Un pueblo fantasma sumergido bajo un embalse durante 30 años ha resurgido después de que una gran sequía vaciara una presa en la frontera española con Portugal.
El pueblo de Aceredo, en el noroeste de Galicia, ha resurgido de debajo del río Limia por primera vez desde 1992, cuando la zona se inundó para construir un embalse.
El embalse del Alto Lindoso se encuentra actualmente al 15% de su capacidad como consecuencia de la sequía, que podría agravarse en las próximas semanas, según ha advertido una fuente del Ministerio de Medio Ambiente.
“Es como si estuviera viendo una película. Tengo una sensación de tristeza”, dijo Maximino Pérez Romero, de 65 años, de A Coruña. “Mi sensación es que esto es lo que va a pasar a lo largo de los años por la sequía y todo eso, con el cambio climático”.
Las espeluznantes ruinas han atraído a montones de turistas, muchos de los cuales han descubierto restos de puertas o vigas mientras buscaban bajo techos medio derrumbados, o pilas de botellas fuera del casco de lo que fue una cafetería.
Entre los escombros hay una antigua fuente de agua potable de la que aún sale agua de la tubería y un viejo coche oxidado junto a un muro abandonado.
El alcalde de la región que incluye a Aceredo achacó la situación a la escasez de lluvias de los últimos meses, sobre todo en enero.
María del Carmen Yáñez añadió que la situación se había visto agravada por la “explotación bastante agresiva” de la compañía eléctrica portuguesa EDP, que gestiona el embalse.
En respuesta a la sequía, el gobierno portugués ordenó el 1 de febrero que seis embalses, entre ellos el de Alto Lindoso, dejaran prácticamente de utilizar el agua para la producción de electricidad y el riego.
Según Reuters, EDP dijo que los bajos niveles de los embalses se debían a la sequía, pero añadió que estaba gestionando los recursos hídricos de forma “eficiente” y que éstos estaban por encima de los requisitos mínimos.
Esto se produce después de que varios pueblos de España se quejaran el año pasado por el uso de las presas tras una rápida extracción de un lago por parte de Iberdrola en el oeste de España. EDP respondió diciendo que estaba siguiendo las normas.
Los datos más recientes del Ministerio de Medio Ambiente muestran que los embalses del país están al 44% de su capacidad, muy por debajo de la media de alrededor del 61% de la última década, pero aún por encima de los niveles registrados en la sequía de 2018.
Los indicadores de la sequía mostraban un posible empeoramiento en las próximas semanas, pero aún no detectaban un problema generalizado en todo el país, dijo una fuente del ministerio a la agencia de noticias.
José Álvarez, un antiguo trabajador de la construcción de Lobios que solía trabajar en Aceredo, dijo: “Es terrible, pero es lo que hay. Así es la vida”.
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