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Taiwán realizó el martes por primera vez disparos de advertencia contra drones chinos que volaron cerca del condado de Kinmen, un islote controlado por el territorio autónomo cerca de la costa china.
Los drones se dirigieron de nuevo a China tras el lanzamiento de las bengalas, dijeron funcionarios taiwaneses.
La respuesta sin precedentes se produce poco después de que la presidenta Tsai Ing-wen dijera que había ordenado a los militares de Taiwán que tomaran “fuertes contramedidas” contra las provocaciones chinas.
Tres “drones civiles” sobrevolaron tres zonas diferentes sobre el archipiélago taiwanés de Quemoy, dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado, añadiendo que uno volvió a sobrevolar el islote Erdan, apenas 30 minutos después de los disparos de advertencia.
Chang Jung-shun, portavoz del comando de defensa de Kinmen, dijo que se dispararon balas reales justo antes de las 6 de la tarde, hora local, contra el dron que se había acercado al islote Erdan.
No hubo respuesta inmediata por parte de China, que considera a Taiwán como parte de su territorio nacional, aunque la isla se autogobierna desde que se separó del continente en 1949 tras una guerra civil. China no ha descartado el uso de la fuerza para poner la isla bajo su control.
Las maniobras militares de Pekín en torno a la isla tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taipei, han provocado el temor a un conflicto en la región.
A principios de esta semana, el ejército taiwanés hizo público su protocolo de cuatro pasos para responder a los encuentros con drones, que incluye disparar bengalas de advertencia, informar de la incursión, expulsar al dron y, por último, derribarlo.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino desestimó las quejas de Taiwán sobre el “acoso de los drones” como algo que “no merece la pena”, lo que llevó a Taipei a tachar a Pekín de meros ladrones.
En las redes sociales chinas han circulado ampliamente vídeos de misiones con drones que muestran a soldados taiwaneses en sus puestos y, en un caso, lanzando piedras a un dron.
El presidente taiwanés, durante una inspección de tropas en las islas Penghu, criticó a China por su actividad con drones y otras actividades bélicas en la “zona gris” y ordenó a los militares que tomaran las “contramedidas necesarias y contundentes” para defender su espacio aéreo.
“Quiero decirles a todos que cuanto más provoque el enemigo, más tranquilos debemos estar”, dijo Tsai a los oficiales de la marina.
“No provocaremos disputas, y ejerceremos la autocontención, pero eso no significa que no vayamos a contraatacar”.
Los funcionarios de defensa taiwaneses sostienen que la nación ejercerá su derecho a la autodefensa si las fuerzas armadas chinas entran en su territorio.
“En el caso de las aeronaves y los buques que entraron en nuestro territorio marítimo y aéreo de 12 millas náuticas, el ejército nacional ejercerá el derecho a la autodefensa y al contraataque sin excepción”, dijo a los periodistas Lin Wen-Huang, jefe adjunto del Estado Mayor para operaciones y planificación.
Las prolongadas patrullas militares de “alta intensidad” de China cerca de Taiwán y la intención de Pekín de convertir el estrecho de Taiwán que separa a ambas partes en su “mar interior” se convertirían en la principal fuente de inestabilidad, dijo el funcionario.
En medio de la escalada de tensiones, dos buques de guerra estadounidenses con misiles guiados navegaron por el estrecho de Taiwán por primera vez desde la polémica visita de la Sra. Pelosi a la isla el mes pasado.
El domingo, el USS Antietam y el USS Chancellorsville navegaban “por aguas en las que se aplican las libertades de navegación y sobrevuelo en alta mar de acuerdo con el derecho internacional”, dijo la 7ª Flota de la marina estadounidense en Japón en un comunicado.
Añadió que no había habido “ninguna interferencia de fuerzas militares extranjeras hasta el momento”.
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