Ted Cruz cita a un esclavista en la audiencia de confirmación de Ketanji Brown Jackson

El senador Ted Cruz citó a un juez del Tribunal Supremo propietario de esclavos que quería enviar a las personas esclavizadas a África durante la audiencia de confirmación de Ketanji Brown Jackson para convertirse en la primera mujer negra nominada al Tribunal Supremo.

El Sr. Cruz hizo estas observaciones al hablar de lo polémicas que pueden ser las nominaciones al Tribunal Supremo y reprochó a los demócratas sus ataques al juez Brett Kavanaugh cuando Christine Blasey Ford le acusó de agresión sexual, algo que el Sr. Kavanaugh negó.

“Las confirmaciones del Tribunal Supremo no siempre fueron controvertidas”, dijo. “De hecho Bushrod Washington cuando fue nominado a la Corte Suprema en 1798 fue confirmado al día siguiente”.

El Sr. Washington, como muchos de la élite de Virginia en su época, poseía esclavos. Un sobrino de George Washington, él heredó la finca de Mount Vernon a la muerte de Martha Washington en 1802, según los Documentos de Washington de la Universidad de Virginia. En ocasiones se enfadó con la idea de que la muerte de su tía condujera a la liberación de sus esclavos.

Se quejaba especialmente cuando la finca “ha sido visitada a veces por algunas personas indignas; que han condescendido a mantener conversaciones con mis negros, y a inculcar en sus mentes la creencia de que como sobrino del general Washington, o como presidente de la Sociedad de Colonización, o por otras razones, no podía mantenerlos en esclavitud, y particularmente que serían libres a mi muerte.”

Del mismo modo, el Sr. Washington también puso en marcha la Sociedad Americana de Colonización, que pretendía enviar a los negros libres a África. En concreto, tras la independencia de Liberia en 1847, la sociedad envió a 11.000 negros al recién creado país de África Occidental. La Sociedad Americana de Colonización también incluyó luminarias como el senador Henry Clay, según la Biblioteca del Congreso.

Pero cuando los negros esclavizados conspiraron para escapar, el Sr. Washington no respondió intentando enviarlos a África. Más bien, vendió a 54 de ellos a Luisiana.