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El presidente Joe Biden reiteró el martes su llamamiento para que el Congreso apruebe una versión actualizada de la prohibición de los rifles semiautomáticos de tipo militar que fue una pieza central de la legislación contra la delincuencia de 1994 de la que fue autor como senador.
El Sr. Biden renovó su llamamiento a una prohibición actualizada de las armas de asalto en un acto celebrado en Wilkes-Barre, Pennsylvania, para destacar lo que su administración denomina “Plan de Seguridad para América”. Dijo que prohibir los tipos de rifles de estilo militar que se han convertido en el arma elegida por los tiradores en masa en los últimos años sería una “acción de sentido común” que se basa en la Ley de Comunidades más Seguras -la primera legislación de control de armas que se aprueba en el Congreso en décadas- que firmó a principios de este año.
“Nos enfrentamos a la NRA -vamos a enfrentarnos a ellos de nuevo- y ganamos y volveremos a ganar. No nos vamos a detener aquí”, dijo, y añadió que estaba “decidido a prohibir las armas de asalto en este país”.
Refiriéndose a su trabajo en la prohibición de las armas de asalto, ya caducada, promulgada como parte de la Ley Ómnibus de Control del Crimen de 1994, el presidente dijo que “lo hizo una vez antes” y que “lo haría de nuevo”.
Muchos republicanos han afirmado que la renovación de la prohibición de las armas de asalto significaría que el gobierno de EE.UU. retiraría por la fuerza las armas de fuego adquiridas legalmente a los propietarios respetuosos de la ley. Pero el Sr. Biden subrayó que volver a prohibir los rifles semiautomáticos, que son versiones civiles de las armas entregadas a los soldados en todo el mundo, no significaría quitar las que ya poseen los estadounidenses.
“Quiero ser claro: no se trata de quitarle las armas a nadie. De hecho, deberíamos tratar a los propietarios de armas responsables como ejemplo de cómo debe comportarse todo propietario de armas”, dijo, añadiendo que él mismo posee dos escopetas.
El Sr. Biden instó a quienes se oponen a esta medida a que hablen con los padres de los niños asesinados en tiroteos masivos en los que el asesino eligió como arma un rifle de alta potencia.
“Tenemos que actuar por esas familias de Buffalo, Uvalde, Newtown, El Paso, Parkland, Charleston, Las Vegas, Orlando”, dijo, enumerando una lista de algunos de los asesinatos masivos más mortíferos ocurridos en Estados Unidos en los últimos años.
“Vivimos en un país de qué inundado de armas de guerra – armas que no fueron diseñadas para cazar”, continuó, añadiendo que las armas de las que habló fueron “diseñadas para enfrentarse a un enemigo”.
Preguntó: “Por el amor de Dios, ¿cuál es la razón de ser de estas armas fuera de una zona de guerra?”.
El presidente señaló que los soldados reciben un “importante entrenamiento” antes de que se les permita empuñar esas armas, además de “extensas comprobaciones de antecedentes” y evaluaciones de su salud mental.
“Tienen que aprender a guardar y custodiar sus armas de forma responsable o se les echa. Pero dejamos que cualquier extraño, cualquier joven de 18 años, entre… y compre un AR-15”, dijo.
Dijo que la expiración de la prohibición de 1994 que él defendió ha permitido que los tiroteos masivos se tripliquen, y dijo que era una vez más el momento de prohibir esas armas.
“Lo hicimos antes, podemos hacerlo de nuevo”, dijo.
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