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Un tigre de Bengala de 10 años le mordió la mano a un guardián y atacó a otros dos en un parque de safari en el norte de Tokio el miércoles por la mañana.
La cuidadora del zoológico cuyo brazo derecho fue mordido terminó perdiendo la mano y fue trasladada en avión desde el Nasu Safari Park en la prefectura de Tochigi a un hospital, informó la agencia de noticias Kyodo.
Otra mujer fue mordida en varias partes de su cuerpo, mientras que una víctima masculina sufrió una herida en la parte posterior de su cabeza.
Según el operador del parque de safaris, el tigre de 2 metros de largo que pesa alrededor de 150 kg no se había mantenido en su recinto vallado desde el día anterior. Este miércoles ingresó al corredor que conduce al área de exhibición, cuando atacó a los porteros que se preparaban para el trabajo de la jornada.
Se ha iniciado una investigación para determinar por qué el tigre no estaba en su recinto y si hubo alguna mala gestión por parte del parque safari.
De acuerdo con las instrucciones del manual del parque, los cuidadores deben asegurarse de que la cerca de la jaula del tigre esté cerrada después de que termine la exhibición. Sin embargo, no se revisó el martes y el tigre deambulaba por el pasillo a la mañana siguiente, dijo un trabajador del parque a la agencia de noticias.
El tigre de Bengala, también conocido como el tigre real de Bengala, es originario del subcontinente indio y también se puede encontrar en Bután, Nepal, Myanmar y Malasia.
El parque de safari, que ofrece recorridos para ver 700 animales de 70 especies, se cerró el día después del ataque.
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