El hombre armado que mató a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh en 2018 es elegible para la pena de muerte, dictaminó un jurado el jueves.
El supremacista blanco Robert Bowers irrumpió en la sinagoga Tree of Life armado con un AR-15 y tres pistolas el 27 de octubre de 2018, matando a los fieles cuando comenzaban el culto del sábado en lo que fue el ataque antisemita más mortífero en la historia de los Estados Unidos.
El camionero de 50 años de Baldwin, Pensilvania, fue condenado el mes pasado por 63 cargos, incluida la obstrucción del libre ejercicio de la religión que resultó en la muerte y el uso de un arma de fuego para cometer un asesinato.
Un jurado tardó menos de dos horas en decidir que Bowers era elegible para la pena de muerte, según Associated Press.
Para llegar al veredicto, el jurado tuvo que responder tres preguntas: si el pistolero tenía más de 18 años, si tenía intención y si había uno o más factores agravantes.
El juicio ahora pasa a una fase de selección de sentencia donde los miembros del jurado deben decidir si se le sentencia a cadena perpetua o muerte, donde los familiares de las víctimas presentarán declaraciones de impacto.
La mayoría de los que perdieron a sus seres queridos han dicho que apoyan la pena de muerte.
Los fiscales argumentaron que Bowers planeó meticulosamente el ataque durante seis meses y eligió deliberadamente a las víctimas vulnerables, incluida Rose Ballinger, de 97 años, que fue asesinada a tiros junto a su hija.
Los expertos llamados por los abogados defensores de Bowers dijeron que tenía un largo historial de enfermedades mentales, fue internado en hospitales psiquiátricos a la edad de 13 años y había actuado con delirios sin ninguna intención de cometer un asesinato. el Post-Gazette de Pittsburgh informado.
Sus abogados argumentaron que Bowers padecía esquizofrenia, epilepsia y una creencia delirante de que estaba tratando de detener un genocidio de personas blancas matando judíos.
Los miembros del jurado escucharon testimonios contradictorios de los médicos sobre si los exámenes médicos mostraban que Bowers había sufrido un daño cerebral significativo.
Los expertos de la defensa le dijeron al tribunal que Bowers tenía un daño cerebral significativo y que no podía manejar las emociones, el estrés y los conflictos.
Los testigos de la acusación respondieron que los escáneres mostraban una actividad cerebral en gran medida normal.
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