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Un segundo adolescente ha sido detenido en relación con la muerte de Amir Locke, un joven negro de 22 años que murió cuando un agente de los SWAT le disparó fatalmente.
Un joven de 16 años del condado de Ramsey ha sido acusado de complicidad en un asesinato en segundo grado.
El primo del Sr. Locke, de 17 años, también ha sido acusado del asesinato de Otis Elder el 10 de enero.
Los miembros del SWAT estaban llevando a cabo una redada sin orden judicial en busca del joven de 17 años cuando irrumpieron en un apartamento de Minneapolis donde se encontraba el Sr. Locke y le dispararon.
Los vídeos tomados por las cámaras corporales de la policía muestran a los agentes entrando en la casa sin llamar y gritando “¡Policía! Orden de registro”.
El Sr. Locke estaba envuelto en una manta en un sofá en el momento de la redada. No figuraba en la orden de registro y no era sospechoso en la investigación.
La grabación de la cámara corporal muestra a un agente del SWAT acercándose al sofá y dándole una patada, lo que sobresalta al Sr. Locke. El hombre tenía una pistola en ese momento, lo que llevó a los agentes de policía a disparar al menos tres veces contra el Sr. Locke, matándolo.
La policía de Minneapolis afirmó que el Sr. Locke apuntó con el arma a la policía antes de que ésta le disparara. Sin embargo, la familia del Sr. Locke -así como los defensores de la justicia racial- cuestionan esa descripción de los hechos.
La muerte del Sr. Locke provocó una ronda de protestas y numerosos llamamientos a la prohibición de las órdenes de detención sin previo aviso.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, anunció que iba a decretar una moratoria de las órdenes de detención sin previo aviso hasta que se revisaran las políticas de la ciudad. Dijo que la ciudad planea contratar a especialistas para revisar las políticas y ofrecer recomendaciones para los cambios.
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