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Al menos seis personas, entre ellas dos policías, murieron en un tiroteo en una propiedad remota de Australia después de que las autoridades que buscaban a una persona desaparecida sufrieran una emboscada por parte de delincuentes armados.
El tiroteo mortal tuvo lugar sobre las 16.45 hora local del lunes, cuando cuatro agentes llegaron a la propiedad de Wieambilla, situada a casi 300 km al noroeste de Brisbane, la capital de Queensland.
Dos tiradores fuertemente armados abrieron fuego contra los agentes cuando se acercaron a la residencia de la propiedad. La policía devolvió el fuego, pero dos agentes y un miembro del público murieron en el tiroteo.
Un tercer agente fue rozado por una bala, mientras que el cuarto escapó, dijo la comisaria de policía de Queensland, Katarina Carroll, en un comunicado.
Después de que un agente consiguiera dar la voz de alarma, agentes de policía especializados y apoyo aéreo respondieron a una situación de asedio. Pasadas las 22.30 hora local, los tiradores armados y una mujer murieron en un segundo gran enfrentamiento con la policía.
Dieciséis agentes arriesgaron sus vidas recuperando los cuerpos de los agentes asesinados, sin saber en ese momento si sus compañeros estaban vivos o muertos, según informó la policía.
Durante el encuentro, se anunció una zona de declaración de emergencia en virtud de la Ley de Preservación de la Seguridad Pública para el área comprendida entre Chinchilla Tara Road, Wieambilla Road, Bennetts School Road y Mary Street.
Alan Dare, un vecino de 58 años, fue alcanzado por los disparos y murió en el acto cuando fue a investigar lo que parecía ser el incendio de un coche en la propiedad. Otro hombre que estaba con él consiguió ponerse a salvo.
“Es una tragedia inimaginable”, dijo Carroll. “Ha sido increíblemente angustioso y trágico para todos, especialmente para la familia, los agentes implicados, los compañeros, la organización y la comunidad”.
Fue un milagro que dos agentes sobrevivieran y que uno de ellos pudiera dar la voz de alarma, añadió la comisaria de policía.
Los agentes habían acudido a la propiedad para investigar la desaparición de una persona identificada como Nathaniel Train, de 46 años, a raíz de una denuncia de desaparición presentada en Nueva Gales del Sur.
Train, un antiguo director de escuela, su hermano Gareth Train y una mujer no identificada fueron los atacantes armados abatidos por la policía. Al parecer, Nathaniel Train fue visto por última vez en Dubbo en diciembre del año pasado, pero había estado en contacto con su familia hasta octubre de 2022.
Los policías asesinados fueron el agente Matthew Arnold, de 26 años, y la agente Rachel McCrow, de 29 años.
“En mi opinión, los agentes no tenían ninguna posibilidad, y no sé cómo dos salieron con vida”, declaró el comisario de policía tras visitar el lugar de los hechos. Añadió que los agentes fueron tiroteados en una zona expuesta frente a la casa.
Ian Leavers, presidente del Sindicato de Policía de Queensland, dijo que los agentes se encontraron con una lluvia de disparos. Dijo que mientras una oficial se cubría en la hierba larga, los delincuentes encendieron un fuego para tratar de sacarla.
“En realidad, ella creía que le iban a disparar o la iban a quemar viva”, dijo el Sr. Leavers a la Australian Broadcasting Corp.
Los agentes asesinados eran muy respetados y queridos, dijo el comisario de policía, añadiendo que ambos eran “jóvenes comprometidos y valientes que sentían pasión por la policía y por servir a su comunidad”.
“Trágicamente, esta es la mayor pérdida de vidas que hemos sufrido en un solo incidente en los últimos tiempos”.
El primer ministro Anthony Albanese en un tweet describió el incidente como un “día terrible y desgarrador para las familias y amigos de los agentes de la Policía de Queensland que han perdido la vida en acto de servicio”.
“Mis condolencias a todos los que lloran esta noche: Australia llora con vosotros”.
Las muertes por tiroteo siguen siendo relativamente raras en el país del Pacífico, que ha implantado algunas de las leyes sobre armas más estrictas del mundo después de que un pistolero solitario matara a 35 personas en abril de 1996.
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