Rusia ha respondido a las afirmaciones de Estados Unidos de que Moscú planea fabricar un pretexto para iniciar una guerra con Ucrania, tachando la sugerencia de “tontería”.
Estados Unidos advirtió anoche que Rusia estaba planeando montar una atrocidad a la que pueda culpar a las fuerzas ucranianas y utilizarla como excusa para una invasión.
El evento de “falsa bandera” podría incluir el uso de cadáveres, actores que representen a dolientes e imágenes de lugares destruidos para hacer un video de propaganda, afirmó Washington.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, se apresuró a rebatir las afirmaciones. El RIA informó el viernes de que Lavrov había calificado las afirmaciones de “tonterías”.
Sus comentarios se producen después de que John Kirby, el portavoz del Pentágono, dijera que EE.UU. tenía información “de que es probable que los rusos quieran fabricar un pretexto para una invasión, lo cual está sacado de su libro de jugadas”.
El Sr. Kirby describió una opción como “un falso ataque por parte de las fuerzas militares o de inteligencia ucranianas contra el territorio soberano ruso o contra la población de habla rusa.”
Continuó: “Como parte de este falso ataque, creemos que Rusia produciría un vídeo de propaganda muy gráfico que incluiría cadáveres y actores que representarían a los dolientes e imágenes de lugares destruidos, así como equipos militares a manos de Ucrania y Occidente.”
El Kremlin respondió a estas acusaciones el viernes por la mañana diciendo: “No crean a nadie, especialmente al Departamento de Estado”.
La ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, emitió una declaración en respuesta a las afirmaciones de Estados Unidos el jueves por la noche, diciendo que la inteligencia era “una prueba clara y sorprendente de la agresión no provocada de Rusia y de su actividad solapada para desestabilizar Ucrania.”
Añadió: “Esta intención belicosa hacia un país soberano y democrático es completamente inaceptable y la condenamos en los términos más fuertes posibles.”
La última guerra de palabras entre Estados Unidos y Rusia se produce mientras Vladimir Putin mantiene conversaciones con el presidente chino Xi Jinping.
El Kremlin describió el viernes la relación entre los dos presidentes como “una asociación avanzada de carácter especial”, y dijo que discutieron la necesidad de dejar de usar el dólar estadounidense y ampliar el comercio en monedas nacionales.
El presidente Joe Biden ha dicho que las empresas rusas podrían verse privadas de poder comerciar en dólares como parte de las posibles sanciones en caso de una invasión de Ucrania.
Xi Jinping y Vladimir Putin firman una declaración conjunta en la que piden a Occidente que “abandone los planteamientos ideologizados de la guerra fría”.
El documento pide a la OTAN que “respete la soberanía, la seguridad y los intereses de otros países” y que “trate el desarrollo pacífico de otros Estados de forma objetiva y justa”.
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