Tras las elecciones, el GOP reconsidera su antipatía hacia el voto por correo

En la segunda vuelta de las elecciones al Senado por Georgia, los republicanos se encontraron una vez más con la realidad de haber dado a los demócratas una ventaja que no pudieron superar.

Según los recuentos de la Secretaría de Estado, el senador demócrata Raphael Warnock tenía una ventaja de más de 320.000 votos de cara a las elecciones del martes. Superó al republicano Herschel Walker por una proporción de casi 2-1 en los votos por correo y tenía una ventaja de más de 250.000 votos anticipados, en persona, sobre Walker. Así que incluso con Walker ganando más votos el día de las elecciones, el aspirante perdió por casi 97.000 votos.

Fue solo el último ejemplo de cómo los republicanos han dado ventaja a los demócratas en las votaciones debido a las mentiras del expresidente Donald Trump sobre los riesgos del voto por correo. Los teóricos conservadores de la conspiración instaron a los votantes del Partido Republicano a esperar hasta el día de las elecciones antes de emitir su voto e hilaron historias sobre cómo esa estrategia evitaría que los demócratas amañaran las máquinas de votación para robar las elecciones.

No hubo fraude generalizado en las elecciones de 2020 ni en las de mitad de mandato de este año.

Un problema de esta estrategia son los fallos aleatorios que suelen surgir el día de las elecciones.

En el condado más poblado de Arizona, por ejemplo, un error de impresión creó largas colas en varios centros de votación el 8 de noviembre. Los republicanos terminaron perdiendo varias contiendas estatales, incluidas las de gobernador y secretario de Estado, aunque los funcionarios del condado de Maricopa dijeron que todos los votantes tuvieron la oportunidad de votar y que se contaron todas las papeletas válidas.

La carrera por la fiscalía general de Arizona, en la que el candidato del Partido Republicano lleva una desventaja de poco más de 500 votos, se encamina a un recuento automático.

En el norte de Nevada, una tormenta de nieve dificultó los desplazamientos el día de las elecciones. El candidato republicano al Senado perdió su carrera por 8.000 votos. En la segunda vuelta de Georgia, la lluvia empapó el estado mientras la multitud desproporcionadamente republicana se dirigía finalmente a las urnas.

En general, la participación republicana fue bastante robusta en las elecciones de mitad de mandato, lo que sugiere que el partido no tuvo muchos problemas para llevar a sus votantes a las urnas. Pero la derrota en Georgia, que permitió a los demócratas ganar un escaño en el Senado en unas elecciones en las que el GOP esperaba recuperar la cámara, fue la gota que colmó el vaso para varios conservadores.

“Tenemos que dar prioridad a competir con los demócratas desde el principio, ganarles en su propio juego”, dijo Debbie Dooley, una organizadora del partido del té de Georgia que se mantiene leal a Trump, pero es crítica con la forma en que ha hablado sobre el sistema electoral estadounidense.

En Washington, el senador por Dakota del Sur John Thune, el segundo líder del Partido Republicano, dijo a los periodistas: “Tenemos que mejorar en las operaciones de participación, especialmente en los estados que utilizan ampliamente el voto por correo.”

Ronna McDaniel, presidenta del Comité Nacional Republicano, dijo en una entrevista en Fox News esta semana que los votantes republicanos necesitan votar pronto.

“He dicho esto una y otra vez”, dijo. “Hubo muchos en 2020 diciendo: ‘No votes por correo, no votes temprano’. Y tenemos que parar eso”.

McDaniel no nombró a la principal persona que en 2020 atacaba el voto antes del día de las elecciones: Trump.

Cuando Estados Unidos entró en bloqueo durante las primarias de marzo de 2020, el sistema de votación de la nación se desplazó en gran medida al correo. El entonces presidente comenzó a atacar esa forma de emitir los votos, diciendo que los esfuerzos demócratas para expandirla podrían llevar a “niveles de votación que si, alguna vez accedieran a ello, nunca tendrían a un republicano elegido en este país de nuevo.”

Trump siguió afirmando infundadamente que el voto por correo daría lugar a un fraude masivo, y luego culpó a ese fraude masivo imaginario de su derrota en noviembre, incluso después de que su propio Departamento de Justicia no encontrara tal actividad organizada. Las mentiras de Trump ayudaron a estimular el ataque del 6 de enero en el Capitolio de EE.UU., las nuevas leyes respaldadas por el Partido Republicano que endurecen las regulaciones electorales en los estados liderados por los republicanos y una ola de candidatos republicanos que se postulan para cargos estatales en las elecciones de 2022 que abrazaron sus teorías conspirativas.

La investigación académica ha demostrado que el voto por correo aumenta la participación, pero no beneficia a ninguno de los partidos. Sin embargo, normalmente es impulsado por las campañas. Una vez que se han asegurado algunos votos por correo, pueden centrar las operaciones de participación en los rezagados y conseguir que voten el día de las elecciones.

El voto por correo también ofrece una protección contra el mal tiempo, los contratiempos de los equipos, los atascos de tráfico y otros problemas del día de las elecciones que pueden desanimar a los votantes.

Los republicanos de estados como Florida y Utah establecieron sólidos sistemas de voto por correo y siguieron ampliando su presencia.En estados como Colorado, donde se envía por correo una papeleta a cada votante, los votantes de más edad y de tendencia conservadora fueron los que más devolvieron sus papeletas por correo.

Aun así, el GOP ha sido tradicionalmente más escéptico con el voto por correo, aunque no era una pieza central de la identidad del partido hasta que Trump lo hizo en 2020. Pero incluso los conservadores que se oponen a ampliar el voto por correo advierten de que el partido tiene que despertar a la realidad.

“Hay una tensión en la derecha entre la gente que dice: ‘Son las reglas y tienes que jugar con ellas’, y los que dicen: ‘No, no tienes que hacerlo'”, dijo Jason Snead, del Honest Elections Project, un grupo conservador que aboga por restricciones más estrictas al voto por correo. “Creo que se está produciendo una gran reevaluación y reevaluación”.

“Puedes mantenerte en tus principios y decir: ‘No voy a hacer esto’, pero si lo haces es un lastre para el rendimiento”, dijo Snead.

Señaló que los republicanos con sólidos programas de votación anticipada, como los gobernadores Brian Kemp en Georgia y Ron DeSantis en Florida, ganaron fácilmente sus elecciones, mientras que los que se hicieron eco de las teorías conspirativas de Trump perdieron en su mayoría.

Uno de los peores resultados para los teóricos de la conspiración electoral fue en Pensilvania, donde el candidato republicano a gobernador, que había visto cómo los manifestantes atacaban el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, perdió por casi 15 puntos porcentuales. El GOP también perdió un escaño en el Senado y el control de la cámara baja de la legislatura.

Los demócratas superaron a los republicanos en el voto por correo por más de 3 a 1, obteniendo el 69% de los casi 1,25 millones de votos por correo emitidos en el estado. Eso fue casi una cuarta parte de un total de casi 5,4 millones de votos emitidos.

Los republicanos que controlan la Asamblea General de Pensilvania aprobaron una revisión masiva del sistema de votación del estado en 2019, permitiendo a cualquier persona emitir un voto por correo. Muchos republicanos se lo pensaron mejor en 2020 después de que Trump empezara a fustigar el voto por correo. Los legisladores del GOP y sus aliados han luchado desde entonces en los tribunales para desechar la ley e inflar el número de votos por correo rechazados por tecnicismos.

Altos cargos del partido en el estado están ahora reevaluando.

“Las actitudes republicanas sobre los votos por correo van a tener que cambiar”, dijo Sam DeMarco, presidente del GOP del condado de Allegheny. “El presidente Trump está corriendo por todo el país diciéndole a la gente que no lo use, y nos está aplastando”.

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Riccardi informó desde Denver. El periodista de Associated Press Marc Levy en Harrisburg, Pensilvania, contribuyó a este despacho.