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El expresidente Donald Trump acusa ahora a una de sus mayores bases de apoyo de “deslealtad” a medida que se hace cada vez más claro que podría enfrentarse a unas primarias competitivas en 2024 por la nominación presidencial republicana.
El señor Trump hizo la acusación el lunes por la noche durante una entrevista con David Brody en Real America’s Voice, un canal de noticias y opinión de derechas alineado con Trump.
Durante la entrevista, el Sr. Brody preguntó sobre “algunos de estos prominentes líderes evangélicos que lo respaldaron la última vez, aún no están dispuestos a comprometerse como Robert Jeffries”, y pareció sugerir que el campo del GOP no estaba despejando el camino para el ex presidente como muchos habían predicho a lo largo de 2021 y partes de 2022.
El señor Trump respondió arremetiendo contra esos “prominentes líderes evangélicos”.
“Eso es un signo de deslealtad. Hay una gran deslealtad en el mundo de la política y eso es un signo de deslealtad”, dijo Trump.
La entrevista fue reveladora por dos razones: En primer lugar, mostró cómo incluso los partidarios más cercanos de Trump están empezando a preguntarse si el ex presidente realmente conserva el dominio sobre el Partido Republicano que dice tener. En segundo lugar, reveló cómo el propio ex presidente está mostrando signos de estrés por esa misma cuestión.
El ex presidente anunció que se presentaba formalmente a las elecciones presidenciales el año pasado en un acto celebrado en su club y finca Mar-a-Lago, donde se ha refugiado en gran medida desde que dejó el cargo.
En los últimos dos meses, una serie de encuestas han mostrado que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, es capaz de presentar una candidatura potencialmente competitiva contra Trump para la nominación del Partido Republicano en 2024, aunque algunos encuestadores y analistas han advertido que el voto anti-Trump del Partido Republicano podría dividirse fácilmente más allá del punto de relevancia por la entrada de más alternativas al ex presidente.
Una encuesta de YouGov y The Economist revela que el gobernador de Florida aventaja a Trump en ocho puntos porcentuales en un hipotético cara a cara a mediados de diciembre.
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