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El expresidente Donald Trump abrió un mitin político en Michigan rompiendo su silencio de una semana sobre el huracán Ian, la tormenta de categoría cinco que ha devastado su estado natal, Florida.
En su intervención en Warren, Michigan, el señor Trump dijo que quería enviar “una profunda simpatía y nuestro inmenso apoyo a todos los que están en Florida, Georgia y las Carolinas y que han sido golpeados por esta brutal ira del huracán”.
“No fue un buen huracán. Este fue uno grande”, dijo, y añadió que quería “saludar a todo el mundo” en la zona afectada.
“Queremos decirles que los queremos mucho… por favor, sepan que nuestros corazones están con ustedes y nuestras oraciones están con ustedes”, dijo.
El señor Trump, ex neoyorquino, se trasladó a Florida tras dejar la Casa Blanca. Cambió su residencia al Estado del Sol durante su mandato en la Casa Blanca, citando las innumerables investigaciones sobre su conducta con sede en Nueva York como la razón para abandonar su lugar de nacimiento.
Fijó su residencia en Mar-a-Lago, la mansión convertida en club privado de miembros situada en la costa sureste de Florida, en Palm Beach. Las instalaciones parecen no haber sido dañadas por el huracán que tocó tierra en el suroeste antes de viajar al noreste del estado.
El huracán Ian, que desde entonces ha sido degradado a ciclón post-tropical, arrasó Florida y dejó al menos 64 muertos y miles de millones de dólares en daños a edificios en una amplia franja del estado.
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