Trump es acusado en los tribunales de violación. ¿Importará en 2024?

E. Jean Carroll testificó con detalles a veces abrasadores sobre el día en que dice que Donald Trump la violó en el probador de unos grandes almacenes dos décadas antes de que él llegara a la presidencia, acusaciones que el republicano ha negado repetida y vehementemente.

Dos amigas subieron esta semana al estrado en apoyo de Carroll y dijeron a los miembros del jurado que hablaron con la ex columnista poco después de la supuesta agresión de 1996 y que creen que dice la verdad. Otras mujeres testificaron sobre encuentros separados; una dijo que Trump la agarró y la manoseó mientras estaban en un vuelo a finales de la década de 1970, la otra dijo a los jurados que la besó por la fuerza en su casa de Florida en 2005.

Los relatos, compartidos durante el juicio civil sobre las demandas de Carroll contra Trump por agresión y difamación, marcan la primera vez que cualquiera de las numerosas acusaciones de mala conducta sexual contra el ex presidente se han escuchado en un juicio. Ante la oportunidad de rebatir las acusaciones de Carroll en el estrado, Trump se negó a comparecer y viajó al extranjero. Dijo a los periodistas en Irlanda que aún podría testificar en persona, aunque su abogado dijo ante el tribunal que no lo hará y que no presentarán a otros testigos.

Para la mayoría de los políticos, las acusaciones expuestas en un tribunal de Nueva York bastarían para torpedear cualquier aspiración futura. Pero Trump no es el político medio, un hecho que quedó claro cuando ganó la contienda presidencial de 2016 un mes después de la publicación de una cinta de “Access Hollywood” en la que se jactaba de agredir sexualmente a mujeres y decía que, como estrella, “puedes hacer cualquier cosa.”

Ahora, mientras Trump hace campaña para una candidatura presidencial en 2024, el caso Carroll ofrece otra prueba de la capacidad de Trump para sobrevivir a escándalos que hundirían a otros. Algunos observadores políticos dicen que el público ya tiene opiniones endurecidas del ex presidente — lo ame o lo odie — y que las afirmaciones sobre él abusando de las mujeres no son nuevas.

“En este momento, el pueblo estadounidense tiene una idea bastante clara del carácter de Donald Trump, por lo que es poco probable que el juicio de Carroll haga cambiar de opinión a muchos votantes”, dijo Christina Wolbrecht, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Notre Dame que estudia la política y el género.

Dijo que una cuestión más relevante es si un veredicto contra Trump en este juicio, o condenas en otros casos, ahuyentará a posibles donantes o asesores.

Además del caso Carencuesta no preguntó por el caso Carroll.

Carroll presentó una demanda por difamación contra Trump cuando aún era presidente, por los desmentidos e insultos que hizo sobre ella. Presentó la demanda por violación en noviembre, al amparo de una ley del estado de Nueva York que permite temporalmente a las víctimas de agresiones sexuales demandar por supuestos ataques ocurridos incluso hace décadas. Al tratarse de un caso civil y no penal, Trump no se enfrenta a penas de prisión; Carroll solicita una indemnización monetaria no especificada.

Los miembros del jurado vieron partes de una declaración grabada en la que Trump respondió a preguntas bajo juramento el pasado otoño. Llamó a Carroll “chiflada” y “enferma mental”, y añadió: “Ella dijo que yo le hice algo que nunca ocurrió”. Al jurado también se le mostró la cinta “Access Hollywood”.

Trump, sus abogados y sus partidarios han rechazado las acusaciones de Carroll como ataques políticamente motivados y un intento de vender más copias de sus memorias. Trump ha dicho que no estaba en los grandes almacenes con Carroll y que no tenía ni idea de quién era cuando ella hizo pública la historia por primera vez. En su red social de la semana pasada, Trump calificó el caso de “estafa inventada”.

En el juicio, el abogado de Trump también cuestionó por qué Carroll no denunció la supuesta agresión a la policía en su momento; Carroll, de 79 años, dijo que muchas personas de su edad estaban condicionadas a guardar silencio sobre tales ataques. Carroll, una demócrata registrada, también testificó que votó por los oponentes demócratas de Trump en 2016 y 2020, pero dijo que eso no tiene nada que ver con su demanda.

Rachel O’Leary Carmona, directora ejecutiva de Women’s March, dijo que tiene la esperanza de que el caso de Carroll movilice a los votantes. Después de la elección de Trump, millones de personas salieron a protestar contra él en marchas de mujeres en todo el país, y los eventos han sido acreditados por provocar una mayor participación política de las mujeres, incluyendo ver un número récord de mujeres elegidas para la Cámara de Representantes de Estados Unidos en las elecciones de mitad de período de 2018.

“Espero que podamos tomar este momento como otro punto de prueba de la necesidad absolutamente extrema, críticamente extrema, de construir el poder político de las mujeres en este país”, dijo.

Associated Press no suele dar nombres de personas que dicen haber sufrido agresiones sexuales a menos que las denuncien públicamente, como ha hecho Carroll.

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La periodista de Associated Press Michelle Price en Nueva York contribuyó a este despacho.