Donald Trump respaldó el sábado a Doug Mastriano en las primarias republicanas para gobernador de Pensilvania, poniéndose del lado de un candidato de extrema derecha que estuvo fuera del Capitolio durante la insurrección del 6 de enero y que ha trabajado con determinación para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Mastriano ya lideraba un abultado campo de contendientes, y el respaldo del ex presidente lo coloca en una posición aún más fuerte de cara a las primarias del martes.
Pero los líderes del partido temen cada vez más que Mastriano, senador estatal y coronel retirado del ejército estadounidense, sea demasiado extremista para ganar las elecciones generales de noviembre y pueda arrastrar a otros republicanos que compiten en este estado tan importante, donde también está en juego un escaño en el Senado.
Mastriano, por ejemplo, ha ayudado a difundir afirmaciones sin fundamento de Trump y sus aliados de que los demócratas robaron fraudulentamente las elecciones a Joe Biden, algo que Trump aprovechó en su declaración de apoyo.
“No hay nadie en Pensilvania que haya hecho más, o haya luchado más, por la integridad electoral que el senador estatal Doug Mastriano”, escribió Trump. “Él ha revelado el Engaño, la Corrupción y el Robo descarado de las Elecciones Presidenciales de 2020, y hará algo al respecto”.
Trump llamó a Mastriano “un luchador como pocos, y ha estado conmigo desde el principio, y ahora tengo la obligación de estar con él.”
Mastriano es un prominente vendedor de teorías conspirativas, incluyendo las mentiras de Trump de que el fraude generalizado empañó la última carrera a la Casa Blanca y resultó en su pérdida en Pensilvania.
Mastriano también ha dicho que tomaría la extraordinaria medida de exigir a los votantes que se “reinscriban” para votar. Esta medida está prohibida por la Ley Nacional de Registro de Votantes y probablemente se enfrenta a importantes protecciones en virtud de la constitución y las leyes federales -y posiblemente estatales-, dicen los expertos en derecho constitucional. Pero su adopción de tal concepto es una violación significativa de las normas democráticas que respetan los resultados de unas elecciones libres y justas.
“Vamos a empezar de nuevo”, dijo durante un debate el mes pasado, refiriéndose al registro.
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La escritora de Associated Press Jill Colvin en Nueva York contribuyó a este informe.
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