Los agentes del FBI encontraron 90 carpetas vacías que en su día contenían documentos extremadamente sensibles entre las 27 cajas que retiraron de la casa del expresidente Donald Trump durante un registro autorizado por un tribunal el pasado 8 de agosto, según una copia desvelada de un inventario detallado presentado ante un juez federal.
Se descubrió que las 27 cajas contenían al menos 11.000 documentos que, por ley, son propiedad del Gobierno de Estados Unidos y que debían ser devueltos a los Archivos Nacionales al término de su mandato.
Los agentes también se incautaron de más de 100 “documentos únicos con marcas de clasificación”, incluidos tres guardados en el escritorio del Sr. Trump. Los niveles de clasificación iban desde el confidencial -el nivel más bajo de clasificación en el sistema estadounidense- hasta el más alto, el alto secreto.
Pero el tesoro de propiedad gubernamental robada por el Sr. Trump también incluía carpetas con marcas que indicaban que estaban destinadas a contener documentos clasificados o documentos sensibles que debían devolverse al Secretario de Personal de la Casa Blanca, un ayudante clave de la Casa Blanca que gestiona el flujo de papel hacia y desde el escritorio del presidente.
De las 90 carpetas vacías recuperadas por los agentes, 47 de ellas estaban marcadas como si contuvieran documentos clasificados, mientras que el resto estaban destinadas a ser devueltas a la oficina del secretario de personal.
En una caja incautada en el despacho del Sr. Trump, los agentes encontraron 24 documentos con marcas de clasificación, pero 43 carpetas vacías marcadas con carteles de “CLASIFICADO”.
El hecho de que no haya un número correspondiente de documentos marcados como clasificados que coincida con el número de carpetas clasificadas encontradas en la caja plantea la preocupante posibilidad de que el Sr. Trump pueda haber perdido o entregado a otros los documentos que una vez estuvieron contenidos en la carpeta.
El Sr. Pfeiffer dijo que el Departamento de Justicia y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional tendrán que peinar la totalidad de lo que se ha incautado o devuelto de Mar-a-Lago para determinar si el número de carpetas para documentos clasificados y sensibles coincide con el número de documentos que pertenecen a dichas carpetas.
Pero advirtió que una contabilidad completa puede no ser posible, incluso con una revisión detallada de los documentos que ahora están en posesión del gobierno.
“Puede que en última instancia nunca lo sepamos, lo que será aún más inquietante”, dijo.
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