Truss pide la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras la “atroz carnicería” de Bucha

Liz Truss ha pedido que se suspenda a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en medio de “fuertes evidencias” de crímenes de guerra y “atroz carnicería” en la ciudad de Bucha.

Las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores se produjeron apenas unas horas después de que Estados Unidos dijera que también trataría de poner fin a la “farsa” que supone la permanencia del régimen de Vladimir Putin en el organismo.

Durante el fin de semana, mientras las fuerzas rusas se retiraban de la ciudad al noroeste de la capital, Kiev, funcionarios ucranianos dijeron que las tropas habían encontrado cadáveres de civiles con las manos atadas, heridas de bala en la cabeza y signos de tortura.

Boris Johnson también calificó de “repugnante” el descubrimiento de fosas comunes en las zonas donde se han retirado las fuerzas rusas y prometió: “El Reino Unido no se quedará de brazos cruzados mientras se produce esta matanza indiscriminada e imperdonable”.

En una declaración publicada más tarde el lunes, Truss añadió: “Dadas las sólidas pruebas de los crímenes de guerra, incluidos los informes sobre fosas comunes y la atroz carnicería en Bucha, Rusia no puede seguir siendo miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Rusia debe ser suspendida”.

Anteriormente, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, declaró: “Creemos que los miembros de las fuerzas rusas cometieron crímenes de guerra en Ucrania, y creemos que Rusia debe rendir cuentas”.

“No podemos permitir que un Estado miembro que está subvirtiendo todos los principios que apreciamos siga formando parte del CDHNU”, publicó en las redes sociales.

El Consejo, un órgano intergubernamental de la ONU formado por 47 Estados miembros, es responsable de la “promoción y protección de todos los derechos humanos en el mundo”.

Durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo ucraniano el lunes, la Sra. Truss también prometió un fondo de 10 millones de libras para la sociedad civil de Ucrania, incluyendo el apoyo a las organizaciones que se ocupan de la violencia sexual.