El ejército ucraniano aumentará en 100.000 efectivos durante los próximos tres años en medio de las continuas tensiones con Rusia, según ha declarado el presidente del país.
Volodymyr Zelensky anunció la decisión en el parlamento el martes, diciendo que la medida no debe ser vista como una indicación de que la guerra con su vecino Rusia es inminente.
Según los planes, el tamaño de las fuerzas armadas ucranianas se ampliará de unos 250.000 a 350.000 soldados, lo que sigue siendo menos de la mitad del número a disposición de Moscú. El personal también recibirá una mayor remuneración.
“Este decreto (se preparó) no porque vayamos a tener pronto una guerra… sino para que pronto y en el futuro haya paz en Ucrania”, dijo el Sr. Zelensky.
El presidente siguió instando a la calma, diciendo a los políticos ucranianos que no deben fomentar el pánico.
“Debemos estar unidos en la política interna. Se puede estar en oposición al gobierno, pero no se puede estar en oposición a Ucrania”, dijo Zelensky.
Aunque las conversaciones entre Occidente y el Kremlin no han logrado hasta ahora apaciguar la situación, el presidente ucraniano expresó su esperanza de que se encuentre una fecha para nuevas conversaciones con Francia, Alemania y Rusia.
Sus palabras se producen mientras decenas de miles de soldados rusos permanecen estacionados cerca del territorio ucraniano. Kiev insiste en que Rusia intenta sembrar la discordia y no planea un ataque militar.
Sin embargo, los aliados de Ucrania, incluido Estados Unidos, no han descartado una invasión rusa, y el presidente estadounidense Joe Biden predijo la semana pasada que una incursión en febrero es una “clara posibilidad”.
Estados Unidos también dijo que estaba dispuesto a enviar más tropas para reforzar el flanco oriental de la OTAN, además de los 8.500 soldados que actualmente están pendientes de despliegue.
En las últimas semanas, países como EE.UU. y el Reino Unido han enviado ayuda militar a Ucrania y han advertido en repetidas ocasiones a Moscú de la imposición de severas sanciones en caso de invasión.
Para respaldar este mensaje, el primer ministro británico, Boris Johnson, que está luchando con la presión en casa causada por el escándalo del “partygate”, se dirigió a Kiev el martes para reunirse con Zelensky. También se les unirán sus homólogos holandés y polaco.
Antes de su llegada, el líder británico subrayó el apoyo de Gran Bretaña a la soberanía de Ucrania. “Instamos a Rusia a dar un paso atrás y a entablar un diálogo para encontrar una solución diplomática y evitar más derramamiento de sangre”, dijo.
“Como amigo y socio democrático, el Reino Unido seguirá defendiendo la soberanía de Ucrania frente a los que pretenden destruirla”.
En otros acontecimientos diplomáticos, Rusia ha negado haber enviado a Estados Unidos un mensaje de seguimiento de sus demandas de seguridad, como indicó el lunes el departamento de Estado estadounidense.
En cambio, un alto diplomático ruso dijo que el ministro de Asuntos Exteriores del país, Sergei Lavrov, había formulado a Washington una serie de preguntas sobre la respuesta escrita de Estados Unidos al Kremlin la semana pasada.
Occidente ha descartado la principal estipulación de Rusia de que la OTAN bloquee permanentemente a Ucrania para que nunca se una a su alianza. Ante este impasse, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a finales del mes pasado que había “poco terreno para el optimismo”.
Información adicional de Reuters
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