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El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha exigido a los países occidentales que corten todos los lazos comerciales y energéticos con el Kremlin para detener el flujo de “dinero sangriento”.
Se produce en medio de una advertencia de que en las ciudades ucranianas vecinas podrían haberse cometido atrocidades peores que las presuntamente cometidas por Rusia en Bucha.
Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, dijo que las zonas del norte del país, que acaban de ser liberadas de las fuerzas invasoras rusas, aún no han sido descubiertas, pero podrían haber sufrido cosas aún peores que las de Bucha.
“Ya hay información de que el número de víctimas puede ser incluso mayor en Borodyanka y en algunas otras ciudades liberadas”, dijo.
Las fuerzas rusas han sido expulsadas de las zonas que rodean Kiev en medio de feroces combates en los últimos días, y las fuerzas ucranianas están descubriendo ahora la cruda realidad de las últimas seis semanas de combates.
Rusia ha negado que sus fuerzas hayan cometido atrocidades y ha afirmado tener “pruebas empíricas” que demuestran que sus fuerzas no estuvieron implicadas.
El fin de semana, surgieron imágenes de Bucha que mostraban varios cuerpos aparentemente abatidos a corta distancia, junto con entierros improvisados y una fosa común.
Las imágenes de satélite tomadas en marzo por la empresa estadounidense Maxar Technologies mostraban cadáveres de civiles en una calle de Bucha, que estuvo ocupada por las fuerzas rusas hasta el 30 de marzo aproximadamente, lo que refuta las afirmaciones del Kremlin de que las escenas fueron escenificadas.
El descubrimiento en Bucha ha aumentado la presión sobre Occidente para que adopte una línea aún más dura contra Rusia.
Klitschko pidió el martes a los funcionarios occidentales que rompan de una vez por todas los vínculos con Rusia.
“Cada euro, cada céntimo que recibís de Rusia o que enviáis a Rusia tiene sangre, es dinero de sangre y la sangre de este dinero es sangre ucraniana, la sangre del pueblo ucraniano”, dijo Klitschko.
Europa sigue obteniendo de Rusia un tercio de sus necesidades de gas natural.
La respuesta a las atrocidades de Bucha por parte de los países europeos, entre ellos Alemania, Francia e Italia, ha consistido hasta ahora en la expulsión de diplomáticos rusos. Moscú dijo que respondería de la misma manera.
También se están proponiendo más sanciones, con el ejecutivo de la Unión Europea presionando para que se prohíban las importaciones de carbón de Rusia. También se aplicaría una prohibición a las exportaciones europeas de bienes, incluidos semiconductores y ordenadores, y se impediría la entrada de barcos rusos en los puertos de la UE.
El Sr. Zelensky visitó Bucha el lunes, donde dijo que las supuestas acciones de los rusos en la ciudad podrían afectar a las conversaciones de paz en curso. Es “muy difícil hablar, cuando se ve lo que han hecho aquí”, dijo.
Más tarde, en una entrevista con periodistas ucranianos emitida por la televisión nacional, dijo: “Todos nosotros, incluido yo mismo, percibimos incluso la posibilidad de negociar como un desafío”.
“El desafío es interno, en primer lugar, propio, humano. Luego, cuando uno se recompone y tiene que hacerlo, creo que no tenemos otra opción”.
Dijo que los sucesos de Bucha eran imperdonables, pero que Ucrania y Rusia debían tomar la difícil opción de proseguir las conversaciones, y señaló que Moscú debía reconocer lo que supuestamente habían hecho sus tropas.
Rusia ha dicho que está abierta a la posibilidad de una reunión entre los presidentes Putin y Zelensky, pero que sólo podrá producirse una vez que se haya acordado un documento.
Información adicional de las agencias
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