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Las fuerzas ucranianas en el asediado puerto sureño de Mariupol siguen luchando y desafiarán la exigencia rusa de rendirse, ha dicho el primer ministro del país.
“Lucharemos absolutamente hasta el final, hasta la victoria, en esta guerra”, dijo el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, a ABC News el domingo. Y añadió: “La ciudad aún no ha caído”.
La destrozada ciudad, principal puerto de la región de Donbás, está a punto de caer en manos de los rusos tras siete semanas de asedio.
Su captura daría al ejército ruso una franja crucial de territorio que conecta las regiones separatistas del este con Crimea y daría un impulso a las fuerzas invasoras de Vladimir Putin tras el hundimiento del buque insignia de su flota del Mar Negro.
Tras fracasar en su intento de superar la resistencia ucraniana en el norte, los militares rusos han vuelto a centrar su ofensiva terrestre en Donbás, al tiempo que apuntan sus ataques a larga distancia en otros lugares, incluida la capital, Kiev.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, acusó el sábado a Rusia de “intentar destruir deliberadamente a todo el mundo” en Mariupol y dijo que su gobierno estaba en contacto con los defensores, cuya muerte advirtió que pondría fin a cualquier conversación de paz.
La planta siderúrgica de Azovstal, una de las mayores plantas metalúrgicas de Europa, con un laberinto de vías férreas y altos hornos, se ha convertido en la última batalla de los defensores, que se ven superados en número.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el sábado que un “remanente” de las fuerzas ucranianas “está actualmente bloqueado por completo en el territorio de la planta metalúrgica de Azovstal”.
“Su única posibilidad de salvar la vida es deponer voluntariamente las armas y rendirse”, dijo el ministerio.
Lanzaron un ultimátum para que los solidarios ucranianos se rindieran antes de la 1 de la tarde, hora local, del domingo o se enfrentarían a ser “eliminados”.
Sin embargo, una vez superado el plazo, un asesor del alcalde de Mariupol, Petro Andriushchenko, dijo que “a día de hoy, nuestros defensores siguen manteniendo la defensa”.
El primer ministro ucraniano, Shmyhal, afirmó que “no ha caído ni una sola gran ciudad en Ucrania”, y añadió: “Sólo Kherson está bajo control de las fuerzas militares rusas, pero todo el resto de las ciudades están bajo control ucraniano”.
“Seguimos luchando, y ahora mismo tenemos batalla en la región de Donbás, pero no tenemos intención de rendirnos”, añadió.
Prediciendo lo que ocurrirá en las próximas semanas de la guerra, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania advirtió que Rusia intentará “acabar con Mariupol”.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo en una entrevista con CBS News el domingo que no había habido ninguna comunicación reciente entre Rusia y Ucrania a nivel de Ministerio de Asuntos Exteriores, y que la situación en Mariupol, que describió como “nefasta”, podría ser una “línea roja” en el camino de las negociaciones.
Añadió que esperaba que los combates se intensificaran en el este de Ucrania en las próximas semanas.
El Sr. Kuleba dijo que Ucrania estaba preparada para la “intensificación de los fuertes combates en el este de Ucrania, en Donbas, la ofensiva a gran escala de Rusia en esa parte”.
Añadió que también preveía “intentos desesperados de las fuerzas rusas… para acabar con Mariupol a cualquier precio”.
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