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Moscú ha sido acusado de deportar por la fuerza a más de 400.000 civiles de las ciudades ucranianas devastadas por la guerra a Rusia como táctica para presionar al presidente Volodymyr Zelensky para que se rinda.
Las tropas del presidente ruso Vladimir Putin sacaron de los refugios antibombas a 420.000 personas, entre ellas 84.000 niños, en contra de su voluntad, dijo el jueves Lyudmyla Denisova, defensora del pueblo ucraniano, cuando la guerra entraba en su segundo mes.
“Tenemos información de que los ocupantes rusos están deportando por la fuerza a nuestros ciudadanos de Mariupol, Volnovakha, Stanytsia Luhanska a la Federación Rusa. Tengo testimonios de las personas que fueron sacadas, de sus familiares”, dijo.
El Kremlin ha proporcionado una cifra idéntica en relación con los traslados, pero ha afirmado que estos ucranianos se trasladaron voluntariamente a Rusia. En las regiones orientales de Ucrania, controladas por los rebeldes, muchos apoyan los vínculos estrechos con Rusia.
“Por ejemplo, en la orilla izquierda de Mariupol, una mujer de 92 años, casi tumbada, otra de 67 y su marido fueron obligados a subir al autobús. Los subieron al autobús y los llevaron a Taganrog… Agentes de la Agencia Federal de Seguridad rusa (FSB) trabajaron con ellos”, dijo la Sra. Denisova, según la agencia de noticias Interfax.
Denisova afirmó que estos ucranianos “secuestrados” fueron retenidos primero en campos de filtración en Donetsk, y luego llevados a Rusia. Los que no tenían familiares allí fueron enviados a otros campos de filtración, añadió.
“Los propios ocupantes están creando estos ‘corredores humanitarios’… Los llevan a Omsk, Tomsk, Sajalín”, añadió.
Las acusaciones de Kiev se producen en medio de otras informaciones sobre la detención arbitraria y las desapariciones de ucranianos por parte de Moscú en las regiones controladas por los rebeldes.
Las Naciones Unidas han verificado al menos 36 casos de detenciones de civiles, a cuyos familiares se les negó toda información sobre su paradero, según BBC News.
La periodista ucraniana Viktoria Roshchyna, que informaba desde las zonas ocupadas en la región oriental del país, fue secuestrada por hombres no identificados el 15 de marzo y liberada al cabo de seis días. Al parecer, la obligaron a grabar un “vídeo al estilo de los rehenes”, en el que decía que Rusia no la había hecho cautiva y agradecía a las fuerzas de Putin que le hubieran “salvado la vida”.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas, al menos otros cuatro periodistas de la agencia de noticias ucraniana MV fueron detenidos brevemente en la ciudad de Melitopol, ocupada por Rusia en el sureste del país.
El viernes, al entrar la guerra en su segundo mes, Naciones Unidas cifró en 1.035 las víctimas civiles en Ucrania. La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que al menos 90 niños estaban entre los muertos y 1.650 sufrieron heridas en el último mes de la guerra.
La marina ucraniana dijo que hundió un gran barco de desembarco ruso cerca de la ciudad portuaria de Berdyansk que había sido utilizado para traer tanques. El jueves por la noche, Moscú disparó dos misiles contra una unidad militar ucraniana en las afueras de Dnipro, la cuarta ciudad más grande del país. Los ataques destruyeron edificios y provocaron dos incendios, dijeron los servicios de emergencia regionales.
El Sr. Zelensky, en su discurso nocturno a la nación, pidió a los ucranianos que “avancen hacia la paz y sigan adelante”.
Información adicional de las agencias
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