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Uas fuerzas ucranianas han logrado uno de los avances más significativos desde la invasión rusa, al capturar el principal bastión militar del Kremlin en el noroeste del país, tras realizar amplios avances territoriales en una ofensiva sorpresa.
El espectacular colapso de la línea de frente rusa en una de las principales rutas hacia el campo de batalla del Donbás se produjo con la ciudad estratégicamente vital de Izium rodeada por las tropas ucranianas después de que éstas cortaran una línea de suministro clave a través de Kupiansk hacia el norte, en dirección a Kharkiv.
El Ministerio de Defensa en Moscú anunció que las fuerzas rusas en Izium y Balakliya, ya bajo control ucraniano, estaban siendo replegadas a la separatista República Popular de Donetsk, describiendo el movimiento como un “reagrupamiento” para lograr la “liberación del Donbas”.
Lo que se está desarrollando en la región de Kharkiv está siendo visto como el más grave retroceso que está sufriendo el Kremlin desde que sus fuerzas fueron alejadas de su asalto a Kyiv, al comienzo de la guerra, salvando la capital y evitando la supuesta decapitación de Ucrania por parte de Vladimir Putin.
El ataque ucraniano en la región de Kharkiv parece haber cogido desprevenidos a los militares rusos, centrados en otro asalto ucraniano en la zona de Kherson, en el sur. La retirada dio lugar a recriminaciones inmediatas en el país, con exigencias de que se investigue por qué las cosas han ido tan mal.
Kupiansk fue capturada el sábado, presentando la oportunidad de cortar una de las principales líneas logísticas y de comunicaciones rusas en el frente de Kharkiv. Las principales líneas ferroviarias confluyen en la ciudad y su pérdida supuso enormes problemas para el Kremlin a la hora de mover los suministros.
En los medios de comunicación han aparecido imágenes de la presencia ucraniana en el centro de la ciudad, una de ellas compartida por un antiguo portavoz del presidente Volodymyr Zelensky, en la que se ve a los soldados frente al ayuntamiento sosteniendo una bandera ucraniana, con una bandera rusa hecha jirones a sus pies.
El general Valeryi Zaluzhnyi, jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, escribió en un post de Facebook: “Sabemos claramente por lo que estamos luchando y definitivamente ganaremos”. El presidente Zelensky dijo en su discurso nacional nocturno que las tropas estaban “tomando gradualmente el control de nuevos asentamientos… devolviendo la bandera ucraniana y la protección a todo nuestro pueblo.”
Añadió que se estaban enviando unidades de policía a los asentamientos retomados e instó a los residentes a denunciar cualquier crimen de guerra cometido por las tropas rusas. El equipo de supervisión de las Naciones Unidas en Ucrania dijo que había “documentado una serie de violaciones contra los prisioneros de guerra” por parte de los rusos. El informe también acusaba a las tropas ucranianas de “casos de tortura y malos tratos a prisioneros de guerra”.
Hay informes, no confirmados, de que Izium está parcialmente rodeada en preparación de un asalto ucraniano, mientras las tropas rusas abandonan sus posiciones. También se ha informado de que las tropas ucranianas ya están dentro de la ciudad, pero no se ha podido corroborar
La caída de Kupiansk se produjo dos días después de que las tropas ucranianas se dirigieran a Balakliya, a unos 50 kilómetros de Izium, que se encuentra en una de las principales rutas hacia el Donbás, en el este de Ucrania. Los rusos se han apoderado de una parte considerable del Donbás tras la toma de las ciudades de Severodonetsk y Lisichansk. Pero las dos principales ciudades, Slovyansk y Kramatorsk, que se esperaba que cayeran en algún momento, siguen en manos ucranianas.
El volumen de reclamaciones de pérdidas rusas siguió aumentando en las redes sociales rusas y ucranianas durante el fin de semana. Una de ellas, del bloguero ucraniano pro-Moscú Yury Podolyaka, que tiene 2,2 millones de seguidores en Telegram, decía: “Tenemos que ser sinceros, el mando ucraniano nos ha superado en esto”. Advirtió de una “gravísima derrota en el combate a menos que el Kremlin consiga “detener el avance ucraniano”.
Un bloguero militar ruso, Maksim Fomin, declaró que las fuerzas rusas han sido derrotadas. “La situación es muy difícil. Vamos a exhalar y decir que hemos sido derrotados”, dijo. Fomin exigió que se investigue por qué las fuerzas rusas parecían no estar preparadas para la ofensiva ucraniana.
Vitaly Ganchev, el jefe de la región ocupada de Kharkiv nombrado por Moscú, dijo el sábado que los civiles estaban siendo evacuados Kupiansk e Izium.
Anteriormente, Rusia había trasladado miles de tropas desde la zona de Donbás para contrarrestar una ofensiva ucraniana hacia Kherson, en el sur, donde se cree que ambos bandos han sufrido numerosas bajas.
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