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El gobierno ugandés ha prohibido un importante grupo de defensa de los derechos LGBT en una medida que los activistas consideran una “clara caza de brujas”.
Sexual Minorities Uganda (Smug) fue suspendida el viernes por la Oficina Nacional de Organizaciones No Gubernamentales (oficina de ONG), que forma parte del Ministerio del Interior del país.
En un comunicado se lee: “La oficina de ONG ha tomado la decisión de detener las operaciones de Smug con efecto inmediato”.
El comunicado decía que la organización benéfica había sido suspendida por no haber registrado correctamente su nombre en la oficina de ONGs.
Las opiniones antigay y transfóbicas están muy extendidas en Uganda, donde las relaciones homosexuales son ilegales y se castigan con penas de hasta cadena perpetua.
“Se trata de una clara caza de brujas enraizada en la homofobia sistemática, alimentada por los movimientos antigay y antigénero”, declaró el director de Smug, Frank Mugisha, que es un activista gay ugandés.
“Esto significa que el trabajo que hacemos para salvar vidas está en suspenso. No podemos proteger y apoyar a las personas LGBT vulnerables”, añadió.
“El trasfondo, por supuesto, es la homofobia y la transfobia”.
Las autoridades rechazaron el intento de Smug de registrarse en 2012 porque consideraron que el nombre de la organización era “indeseable”, según la oficina de la ONG.
“La negativa a legalizar las operaciones de Smug… fue un claro indicador de que el gobierno de Uganda y sus organismos son inflexibles y tratan a las minorías sexuales y de género ugandesas como ciudadanos de segunda clase”, dijo Smug en un comunicado.
Smug lleva haciendo campaña por los derechos de la comunidad LGBT desde que se creó en 2004.
El grupo acudió a los tribunales en 2010, cuando solicitó con éxito a un juez que ordenara a un periódico dejar de publicar los nombres y las fotos de hombres homosexuales con el titular “Cuélguenlos”.
Más recientemente, en 2021, Smug denunció a los políticos ugandeses por utilizar el sentimiento homófobo para ganar votos mediante discursos antigay.
“Los políticos están utilizando a la comunidad LGBT como chivo expiatorio para obtener apoyo y ganar votos, y está alimentando la homofobia”, dijo entonces el director de Smug a la Fundación Thomson Reuters.
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