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Frank Scott se convirtió en el primer alcalde negro elegido por el pueblo de Little Rock hace cuatro años, con la promesa de unir una ciudad dividida durante mucho tiempo por motivos raciales.
Pero un año mortífero en la capital de Arkansas, las críticas a su gestión y los ataques de los republicanos están amenazando las posibilidades de reelección de Scott, un demócrata de alto perfil poco frecuente en este estado sólidamente rojo. Su candidatura a la reelección es una de las pocas contiendas competitivas en Arkansas, donde los republicanos son ampliamente favorecidos en las contiendas estatales y del Congreso.
“Esta carrera es muy simple: ¿quieres retroceder a un pasado horrible, o quieres seguir creciendo hacia adelante?” dijo Scott a sus partidarios antes de emitir su voto durante la votación anticipada.
La elección de Scott en 2018 fue un hito para una ciudad conocida desde hace mucho tiempo por la desegregación de la Escuela Secundaria Central de Little Rock en 1957, cuando nueve estudiantes negros fueron escoltados a la escuela frente a una turba blanca enojada. La ciudad sigue dividida racialmente, y los blancos representan aproximadamente la mitad de la población de Little Rock.
La carrera por la alcaldía de Little Rock no es partidista. Sin embargo, Scott se presenta en unas elecciones de mitad de mandato en las que la delincuencia violenta se ha convertido en un tema fundamental en todo el país, con los republicanos deseosos de presentar a los alcaldes demócratas como incapaces de proteger sus ciudades.
En la vecina Texas, el principal funcionario electo del condado demócrata de Harris, donde se encuentra Houston, también se enfrenta a estas críticas. La delincuencia domina la publicidad de los candidatos del GOP en algunas de las carreras más competitivas para el Senado y la gobernación en todo el país.
El principal rival de Scott en la carrera es Steve Landers, un concesionario de coches retirado que cita regularmente la espiral de homicidios de la ciudad en sus apariciones y materiales de campaña. En lo que va de año, Little Rock ha registrado al menos 71 homicidios, superando el récord que la ciudad alcanzó en 1993.
“La gente quiere un cambio en nuestra ciudad. Nuestra ciudad es peligrosa”, dijo Landers.
Landers se define a sí mismo como un independiente que ha votado a demócratas y republicanos. Los registros de la Comisión Federal de Elecciones muestran que ha donado a varios candidatos republicanos y al GOP estatal en los últimos años, pero también a algunos demócratas. Ha gastado más que la campaña de Scott y ha prestado 400.000 dólares a su candidatura, según los informes de recaudación de fondos presentados la semana pasada.
Los otros candidatos que se presentan son Greg Henderson, un empresario local que publica un blog de comida, y Glen Schwarz, un viejo defensor de la legalización de la marihuana. Los tres aspirantes son blancos.
Scott, antiguo miembro de la comisión estatal de carreteras, se convirtió en el primer alcalde negro elegido de Little Rock en una segunda vuelta. Anteriormente, Little Rock tuvo dos alcaldes negros, pero fueron elegidos para el puesto por sus compañeros de la junta municipal y no por los votantes.
Scott contaba con el respaldo de figuras demócratas y republicanas hace cuatro años, cuando lideró una campaña que buscaba salvar las mayores divisiones de la ciudad: raza, ingresos y geografía.
Sin embargo, la tasa de homicidios y algunos tropiezos en el Ayuntamiento han atraído desde entonces la participación de grupos respaldados por los republicanos. Entre ellos se encuentra una campaña que ha sido apoyada por el comité de acción política del ex gobernador Mike Huckabee.
El crimen en Little Rock también es un factor en otras carreras en el estado.
Un anuncio de la aspirante republicana a gobernadora Sarah Sanders -la ex secretaria de prensa de la Casa Blanca y la hija de Huckabee- menciona el crimen violento de la ciudad.
Scott ha criticado la participación del ex gobernador en la carrera, con un correo advirtiendo a los votantes, “no dejes que Mike Huckabee traiga las políticas de Donald Trump a Little Rock.”
Los observadores políticos dicen que los ataques republicanos podrían ser contraproducentes.
“Esto le añade una nueva dimensión, esto se ha convertido en esencia en una carrera partidista y hay muchos demócratas en Little Rock”, dijo Skip Rutherford, un ex presidente del Partido Demócrata del estado.
Desde la participación de los grupos respaldados por el GOP, la campaña de Scott ha desplegado apoyos de demócratas y grupos de alto perfil, como el general retirado Wesley Clark y Planned Parenthood Great Plains Votes. También ha recibido el apoyo de algunos de los estudiantes negros que integraron la Central High.
Scott ha defendido su gestión de la delincuencia, señalando que la tasa general de delitos violentos de Little Rock ha bajado en comparación con el mismo período del año pasado.
El alcalde y la policía han dicho que el aumento de homicidios de este año, a diferencia de lo que la ciudad vio a principios de la década de 1990, no está impulsado por la actividad de las pandillas, sino por la violencia doméstica o el crimen entre conocidos. En un comunicadodurante el fin de semana, dijo que la ciudad ha puesto trabajadores sociales en el campo, financiado programas de resolución de conflictos para los jóvenes en riesgo y patrullas específicas en las zonas de alta criminalidad de la ciudad.
Los problemas de Scott se ven agravados por las críticas a su gestión del Ayuntamiento, incluido un festival de arte y música que él defendió y que fue abruptamente cancelado días antes de su celebración. El gerente de la ciudad canceló el contrato de Little Rock con una empresa externa que estaba organizando el festival tras las dudas sobre el acuerdo financiero con la empresa.
El jefe de policía de la ciudad, al que Scott contrató, se retiró en mayo después de tres años difíciles marcados por demandas y enfrentamientos con los agentes. Little Rock también se enfrenta a las críticas sobre la falta de transparencia, lo que llevó al fiscal local a expresar su frustración la semana pasada sobre el número de quejas de la Ley de Libertad de Información que ha recibido sobre la ciudad.
En su candidatura a la reelección, Scott ha pregonado que la ciudad ha conseguido acuerdos de desarrollo económico, incluyendo una estación de entrega y un almacén de Amazon.
“Little Rock tiene la oportunidad de ser un catalizador para el nuevo Sur”, dijo Scott a The Associated Press en una entrevista a principios de este año.
Rachel Luckett, que votó por Scott durante la votación anticipada, dijo que está preocupada por la delincuencia, pero que quiere dar otra oportunidad al alcalde.
“Creo que lo ha manejado tan bien como cualquier otro alcalde que haya pasado”, dijo Luckett. “No va a cambiar de la noche a la mañana”.
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