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Un bebé fue encontrado muerto después de haber sido dejado en un coche abrasador en la ola de calor de Francia esta semana.
El bebé, de 14 meses, fue descubierto en un aparcamiento de la empresa aeronáutica Safran en Bordes (suroeste de Francia) el miércoles por la tarde.
Se informa de que el padre “olvidó” dejar a su hijo en la guardería antes de ir a trabajar, dejando al bebé en un vehículo muy caliente.
La fiscal, Cecile Gensac, dijo que las primeras investigaciones sugieren que el bebé “murió por asfixia y deshidratación”, el Mail Online informó.
Los servicios de emergencia acudieron al aparcamiento en torno a las 17:00 horas, después de que la madre del bebé se diera cuenta de que su hijo no había acudido a la guardería.
Ambos padres fueron enviados al hospital para ser tratados por el shock, se informó.
El suceso se produce en un momento en el que Europa ha sufrido un calor extremo que ha provocado una masa de incendios forestales devastadores.
Decenas de miles de personas han sido evacuadas de sus hogares mientras los bosques y praderas han ardido en Francia, Grecia, Portugal y España.
En lo que va de año, se han quemado más de 1,1 millones de hectáreas en toda Europa, lo que supera ampliamente la media de los últimos 15 años, que es de sólo 270.000.
En Francia, más de 2.000 bomberos de todo el país acudieron a la región suroccidental de Gironda para luchar contra tres incendios forestales – dos grandes y uno pequeño – que destruyeron al menos 19.300 hectáreas de terreno.
En la cercana ciudad de Cazaux se registraron 42ºC el lunes, la temperatura más alta desde que se inauguró su estación meteorológica en 1921.
Jean-Luc Gleyze, presidente regional de la Gironda, dijo: “Por la temperatura, por el viento, por la falta de agua en el aire… es un monstruo y es muy difícil luchar contra él”.
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