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La investigación sobre la muerte en 2013 de un adolescente de Georgia que fue encontrado enrollado en una colchoneta de gimnasio en su instituto se ha cerrado sin presentar cargos.
Kendrick Johnson, de 17 años, fue encontrado muerto en el gimnasio del Lowndes High School el 11 de enero de 2013.
Una investigación de las fuerzas de seguridad del estado ha concluido que su muerte fue un accidente.
La Oficina de Investigación de Georgia había dicho que el Sr. Johnson se había asfixiado mientras buscaba un par de zapatos dentro de la alfombra.
“Después de una extensa investigación sobre este trágico evento, los investigadores federales determinaron que no hay pruebas suficientes para demostrar más allá de una duda razonable que alguien o algún grupo de personas violaron intencionalmente los derechos civiles de Kendrick Johnson o cometieron cualquier otro delito federal procesable”, había dicho en 2016 el Fiscal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Medio de Georgia.
En marzo del año pasado, la oficina del sheriff del condado de Lowndes reabrió la investigación en medio de la creciente presión de la familia del señor Johnson, que había alegado que su muerte había sido encubierta por el superintendente de la escuela, un agente del FBI y un ex sheriff.
La familia también había acusado a dos hermanos que eran estudiantes de la escuela de matar a su hijo.
El informe de la oficina del sheriff publicado el miércoles por el sheriff Ashley Paulk dijo que no hubo intentos de encubrimiento en el caso.
“Todas las pruebas, los testimonios, las entrevistas, los testimonios del gran jurado e incluso la coacción e intimidación contundente de algunas personas interrogadas no producen nada que pruebe nada que haya provocado la muerte de Kendrick Johnson”, dice el resumen del informe del Sr. Paulk citado por el New York Post.
El resumen del informe añadía que era “preocupante y poco ético” que la investigación se convirtiera en una caza de brujas después de que la investigación inicial se cerrara sin ningún cargo penal.
“Cualquier persona que analice este caso de forma objetiva sabría que sería imposible ocultar ninguna prueba”, añadía el informe.
También aborda los “rumores y acusaciones” y dice que una investigación del FBI tampoco había encontrado ninguna conspiración en el caso.
El Sr. Paulk no estaba en el cargo en el momento de la muerte del Sr. Johnson.
La reinvestigación del sheriff se basó en unas 17 cajas de archivos facilitadas por el fiscal de los Estados Unidos para el norte de Ohio.
Los documentos incluían material del Departamento de Justicia, el FBI, la Oficina de Investigación de Georgia, la oficina del fiscal de EE.UU. para el centro de Georgia y varias otras agencias de la ley.
También se incluyeron los testimonios de 58 personas ante el gran jurado, así como otras autopsias realizadas por un médico contratado por la familia del adolescente.
En declaraciones a la CNN, el Sr. Paulk calificó la muerte del adolescente como un “extraño accidente”.
“No hay nada que corrobore un homicidio”.
“No ocurrió nada criminal”, añadió.
En una conferencia de prensa el jueves, la familia del adolescente reiteró que creía que la muerte de su hijo estaba siendo encubierta.
“Lucharé todo lo que tenga que luchar para descubrir lo que le ocurrió exactamente a Kendrick Johnson”, dijo, Kenneth Johnson, el padre del adolescente.
“No hemos tenido fe en el condado de Lowndes. Sabíamos cuál sería el resultado desde el principio”, dijo el Sr. Johnson a la CNN.
“No se puede hacer una investigación con los mismos investigadores que lo encubrieron. No van a descubrir algo que encubrieron”.
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