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Cientos de personas se vieron obligadas a huir el viernes tras declararse un gran incendio en uno de los últimos barrios marginales de la capital surcoreana, que destruyó al menos 60 casas improvisadas.
Las llamas se iniciaron a las 6.27 (hora local) en el pueblo de Guryong, en el sur de Seúl, y se extinguieron en unas cinco horas, según las autoridades, que añadieron que hasta el momento no se había informado de heridos ni de víctimas mortales.
En la aldea de Guryong viven más de 660 familias, rodeadas de algunos de los distritos más ricos de la cuarta economía asiática.
El presidente Yoon Suk-yeol, que se encuentra en Suiza asistiendo al Foro Económico Mundial, pidió “todos los esfuerzos posibles” para minimizar los daños y movilizar todas las fuerzas disponibles.
Más de 800 bomberos, policías y trabajadores públicos tuvieron que evacuar a unas 500 personas y extinguir las llamas.
Los equipos de rescate seguían buscando en las zonas afectadas por el incendio, aunque se creía que todos los residentes afectados habían sido trasladados a salvo, dijo Shin Yong-ho, funcionario del cuerpo de bomberos del distrito de Gangnam.
Los residentes fueron trasladados a instalaciones cercanas, incluido el gimnasio de una escuela, dijo Kim Ah-reum, funcionario de la oficina del distrito de Gangnam. Es probable que algunas de las personas que perdieron completamente sus casas en el incendio o quedaron con graves daños sean trasladadas a tres hoteles.
El ministro del Interior, Lee Sang-min, dio instrucciones a los funcionarios para evitar daños secundarios y proteger a los residentes en las zonas cercanas, dijo el ministerio en un comunicado.
Fotos y vídeos ampliamente compartidos en las redes sociales mostraban helicópteros rociando agua desde arriba para contener el fuego mientras los bomberos luchaban contra las llamas para poner a todos a salvo. Más tarde, los equipos de rescate, vestidos de naranja, buscaban en el paisaje calcinado, donde todavía se veían columnas de humo.
“¿Cómo ha podido ocurrir esto en las fiestas del Año Nuevo Lunar?”, se preguntaba un vecino del pueblo de 66 años. “Tuve que salir corriendo de casa sólo con esta ropa”, sin poder sacar nada más”, dijo Kim Sung-han a The Associated Press.
“No podía ir a trabajar… cuando ya es tan difícil vivir”.
Lee Woon-cheol, uno de los líderes de la comunidad en el pueblo, dijo que los residentes fueron capaces de compartir rápidamente las noticias sobre el incendio a través de sus contactos de emergencia. El líder comunitario añadió que los bomberos estaban yendo puerta por puerta en su esfuerzo por rescatar a la gente.
“Aquí ocurren muchos accidentes por cortocircuitos eléctricos”.
El asentamiento se formó en la década de 1980 para las personas que fueron desalojadas de sus barrios originales en el marco de los proyectos masivos de embellecimiento y reurbanización de la ciudad. Cientos de miles de personas fueron expulsadas de sus hogares en barrios marginales y asentamientos de bajos ingresos antes de los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988.
El congestionado asentamiento es vulnerable a los riesgos de incendio y a las catástrofes climáticas. Según los informes, once casas fueron destruidas durante un incendio en la aldea en marzo de 2022.
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