Un grupo que se opone a la toma de posesión de Afganistán por los talibanes ha rechazado la acusación de la policía de haber matado a trabajadores sanitarios que administraban vacunas contra la polio.
Cuatro personas han sido detenidas en relación con la muerte de siete trabajadores sanitarios, que fueron asesinados el 24 de febrero en el distrito de Imam Sahib de la provincia de Kunduz, en distintos ataques durante una campaña de vacunación casa por casa.
Un vacunador más fue asesinado en la provincia vecina de Takhar, elevando el número de víctimas a ocho.
Según la policía, dos miembros del Frente de Resistencia Nacional (FRN) fueron detenidos en relación con los asesinatos y confesaron su crimen.
“En relación con este incidente, hemos detenido a un grupo de cuatro personas que martirizaron a dos miembros de las fuerzas del Emirato Islámico y a siete vacunadores, entre ellos cuatro mujeres y dos hombres. Los autores se han declarado culpables”, dijo Mawlawi Najibullah Haroon, jefe del departamento de inteligencia de Kunduz, según Tolo News.
El NRF, que fue el último grupo que luchó contra el régimen talibán en el valle de Panjshir, enclavado en las montañas del Hindu Kush y situado a 90 millas de la capital, Kabul, ha calificado las acusaciones de “propaganda”.
La última fortaleza acabó cayendo en septiembre, semanas después de que los talibanes sitiaran Kabul el 15 de agosto.
“El Frente Nacional de Resistencia condena a los autores de este atentado y creemos firmemente que fue realizado por los talibanes o por uno de sus socios terroristas”, declaró a la AFP el portavoz Ali Nazary.
Estos fueron los primeros ataques contra trabajadores de la salud desde que se reanudó la campaña de erradicación de la poliomielitis en todo el país en noviembre de 2021, señaló Naciones Unidas al tiempo que condenaba los brutales asesinatos.
Los ataques llevaron a la ONU a suspender la campaña de vacunación en las provincias de Kunduz y Takhar con efecto inmediato. “Esta violencia sin sentido debe cesar inmediatamente, y los responsables deben ser investigados y llevados ante la justicia. Estos ataques son una violación del derecho internacional humanitario”, dijo la ONU en un comunicado.
Los trabajadores de la poliomielitis han sido con frecuencia objetivo de grupos militantes en Afganistán, que es el único país, aparte de Pakistán, donde la poliomielitis sigue siendo endémica. Sin embargo, desde la toma del poder por parte de los talibanes, el grupo islamista ha mostrado su disposición a colaborar con la ONU para erradicar el virus.
En febrero, el gobierno talibán de facto, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el organismo de la ONU para la infancia, lanzó una campaña para inocular a 9,1 millones de niños menores de cinco años.
Comments