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Ricardo Cruciani, médico declarado culpable en julio de abusar sexualmente de varios pacientes a los que trataba por fuertes dolores, fue encontrado muerto por aparente suicidio en una cárcel de Nueva York el lunes, siendo la duodécima muerte de este tipo en una cárcel de la ciudad o poco después de salir de ella este año.
El neurólogo caído en desgracia, que fue condenado y se enfrentaba a una pena de hasta 25 años de prisión perpetua, entró en la zona de duchas de su bloque de celdas en Rikers Island sobre las 4.23 horas, según los documentos médicos de la prisión vistos por ElNew York Times, una zona supuestamente asegurada por inspecciones cada media hora.
El Times informa que Cruciani era parte de la población general, mientras que The New York Postcitando fuentes no identificadas de la cárcel, informa el médico estaba en guardia de suicidio pero fue dejado solo por el oficial que lo vigilaba.
Una hora más tarde, los funcionarios de la prisión encontraron a Cruciani, de 68 años, sin reaccionar y con una sábana alrededor del cuello. Los funcionarios médicos trataron de atenderlo pero murió en el lugar, según los documentos.
Los funcionarios de la prisión investigarán las circunstancias de la muerte, al igual que la oficina del fiscal general del estado.
El comisionado de prisiones de Nueva York, Louis Molina, dijo en un comunicado el lunes que estaba “profundamente entristecido al enterarse del fallecimiento de esta persona en custodia.”
“Nuestros pensamientos y oraciones están con sus seres queridos”, dijo.
Cruciani era detenido en 2017, después de que 17 pacientes lo acusaran de mala conducta en una serie de hospitales, incluido el Centro Médico Beth Israel de Nueva York, así como en instalaciones de Nueva Jersey y Pensilvania.
Los fiscales describieron al hombre como un “malvado con bata blanca”, que utilizaba su posición como neurólogo para encontrar pacientes con enfermedades raras y problemas de dolor, engancharlos con medicamentos adictivos y utilizar su dependencia de él para extraer favores sexuales.
“Verán que cada una de ellas tenía una historia, un comportamiento, un pasado roto que las convertía en su víctima perfecta”, dijo la fiscal adjunta de Manhattan, Shannon Lucey, en el tribunal durante el juicio de Cruciani. “Construyó la confianza en cada una de ellas. Llegó a conocer patológicamente sus debilidades, sus vulnerabilidades”.
El 29 de julio, el médico fue declarado culpable de 12 cargos, incluyendo violación en tercer grado, abuso sexual, intento de violación, asalto sexual predatorio y actos sexuales criminales, y enviado a Rikers para esperar la sentencia en septiembre.
Rikers Island, un extenso complejo penitenciario de ocho cárceles situado en una isla de la ciudad de Nueva York, ha sido durante mucho tiempo objeto de críticas por su historial de seguridad, y los defensores de la justicia penal se mostraron horrorizados al descubrir otra muerte en el centro. Once de las 12 muertes en prisión este año se han producido en Rikers.
Tamara Carter forma parte de un grupo llamado Freedom Agenda. Su hijo Brandon Rodríguez murió por suicidio en Rikers Island el año pasado, una de las 16 muertes en las cárceles de Nueva York en 2021.
“Enterarse, ni siquiera después de una semana del primer aniversario de la muerte de mi hijo, de que otra persona ha muerto en una celda de la ducha es desgarrador. ¿No han aprendido nada?”. dijo a amNY. “Nos están demostrando que no les importan las 27 vidas perdidas antes de hoy. Esto me entristece mucho. ¿Cómo podemos empezar a sanar cuando las muertes continúan?”
El centro ha sido durante mucho tiempo el objetivo de los reformistas. Muchos de los que están dentro de la prisión son negros y latinos que no pueden pagar la fianza previa al juicio, por lo que están sometidos a la violencia y al abandono antes incluso de ser condenados por un delito.
George Pagan, entre los 12 que han muerto en las cárceles de Nueva York este año, murió por problemas médicos mientras esperaba en Rikers porque no podía pagar una fianza de 1.006 dólares, mientras que Emmanuel Sullivan fue encontrado sin respuesta en su cama una semana antes de su cita con el tribunal, tras esperar el juicio durante cuatro meses.
Los funcionarios del ayuntamiento, que visitaron las instalaciones durante el intenso calor de este verano, compararon las condiciones del interior con un “agujero del infierno.”
Según datos obtenidos por NY1, cientos de personas murieron por sobredosis de drogas dentro de la prisión en el último año.
Los activistas llevan mucho tiempo pidiendo el cierre de la prisión incluso antes de la fecha prevista para su cierre en 2026.
Los funcionarios de Rikers obtuvieron luz verde para un plan de reforma aprobado por el gobierno federal a principios de este año.
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