La policía retiró a un grupo de niños que estaban retenidos por una “peligrosa secta” en la selva de México, lo que permitió que un padre y su hijo de tres años escaparan y regresaran a su hogar en Israel.
El grupo, Lev Tahor -que significa “Corazón Puro” en hebreo- ha sido acusado por Israel de participar en el tráfico de personas, de graves delitos sexuales, incluida la violación, y se ha ganado el apodo de “talibán judío” por su estricto código de vestimenta.
Los miembros del grupo niegan estas afirmaciones y dicen que son atacados por sus creencias.
Las fuerzas del orden de México e Israel -incluyendo agentes del Mossad- pasaron meses observando su complejo en Chiapas antes de entrar formalmente el viernes por la mañana.
Un juez federal de Israel ordenó a la policía que detuviera a varios de los líderes del grupo, sospechosos de haber abusado de niños, y que rescatara a los miembros de la secta que quisieran marcharse.
Según un informe de la BBC, la policía separó rápidamente a los niños de los adultos para mantenerlos a salvo de cualquier arrebato potencialmente violento de los miembros adultos del grupo.
Una fuente que habló con la BBC dijo al medio que se encontraron 26 miembros del grupo en el recinto, que incluía a algunos israelíes que tenían doble nacionalidad en Canadá, Estados Unidos y Guatemala.
Cinco miembros fueron detenidos por infringir supuestamente las normas de inmigración, y otros dos siguen siendo buscados por las autoridades, ya que abandonaron el recinto días antes de la redada. Otros dos hombres, un canadiense y un israelí, fueron detenidos.
Un niño israelí de tres años también fue recuperado del recinto y tanto él como su padre han sido enviados de vuelta a Israel para su posterior procesamiento.
La fuente que habló con la BBC dijo que la policía que irrumpió en el recinto lo hizo “con mucho cuidado y sin recurrir a ningún tipo de violencia”, debido en parte al gran número de mujeres y niños que vivían en el recinto.
Yisrael Amir, el padre del niño de tres años encontrado en el complejo, vivía en el complejo pero pidió ayuda a los agentes del Mossad. Esa llamada puso en marcha una investigación de dos años que culminó con la redada en el complejo.
El grupo se trasladó al parecer de Israel a Guatemala, antes de que un grupo escindido se trasladara más allá, cruzando a las selvas de México.
Se sospecha que la rama guatemalteca del grupo secuestró a un par de niños cuya madre había sido previamente miembro. Ella intentó huir a Nueva York con sus hijos, pero el grupo supuestamente los recuperó. Tres semanas después, las autoridades encontraron a los niños secuestrados en México.
Ese caso dio lugar a que nueve miembros se enfrentaran a cargos, incluido el actual líder del grupo, Nachman Helbrans. Cuatro miembros fueron encarcelados y uno fue condenado, pero posteriormente fue liberado.
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