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El príncipe Guillermo y su esposa Kate hicieron una aparición conjunta sorpresa con el príncipe Harry y su esposa Meghan el sábado, saludando calurosamente a una gran multitud reunida fuera del Castillo de Windsor para recordar a su monarca de largo reinado, la reina Isabel II.
Su “paseo”, la primera vez que los hermanos aparecen amistosamente juntos en público desde marzo de 2020, llega en un momento en el que la generación más joven de la familia real británica debe intensificar sus responsabilidades de manera significativa.
Guillermo, durante mucho tiempo segundo en la línea de sucesión al trono, es ahora el heredero aparente después de que su padre, el rey Carlos III, se convirtiera en el nuevo monarca de Gran Bretaña tras la muerte de su madre. Eso significa que Guillermo y Kate, ambos de 40 años y padres de tres niños pequeños, asumen inmediatamente un papel mucho más central como la nueva cara de la monarquía.
Guillermo y Harry habían estado en términos fríos desde que Harry renunció como miembro de la realeza y se trasladó a los Estados Unidos hace dos años. Su muestra de unidad el sábado fue supuestamente iniciada por Guillermo y dejó a algunos observadores con la esperanza de que Harry, de 37 años, pudiera volver a la lucha y apoyar a su hermano mayor para compartir la pesada carga de trabajo que ahora recae sobre los hombros de Guillermo.
“Ciertamente, Guillermo y Catalina, como los nuevos Príncipes de Gales, estarán aún más en el centro de atención de los medios de comunicación, si cabe”, dijo Joe Little, editor jefe de la revista Majesty. “Hasta el jueves, había un amortiguador entre él y el trono. Ese amortiguador se ha eliminado ahora”.
Es un fuerte contraste con cómo estaban las cosas hace apenas dos semanas, cuando Guillermo y Kate anunciaron que trasladaban a su familia del centro de Londres a una base más rural en Windsor. Los observadores pensaron que buscaban más privacidad y una educación más “normal” para sus hijos, que acaban de empezar un nuevo curso juntos en un colegio privado.
Mucho antes de convertirse en el rey Carlos III, el nuevo monarca de Gran Bretaña indicó que quería una monarquía “adelgazada” con un núcleo más estrecho de miembros de la realeza que trabajen a tiempo completo y con menos gastos.
Eso fue antes del traslado de Harry, y antes de que el tío de los príncipes, el príncipe Andrés, fuera desterrado de la vida pública tras los escándalos de mala conducta sexual.
No quedaban muchos otros “royals de trabajo” reconocibles -miembros de la familia real que representan oficialmente al monarca- para compartir los cientos de compromisos oficiales y las numerosas visitas al extranjero que se realizan cada año.
El grupo incluye a Carlos y su esposa, Camilla, ahora reina consorte; Guillermo y Kate; la única hija de la reina, la princesa Ana; y el hijo menor de la reina, el príncipe Eduardo, y su esposa, Sofía. También trabajan en la realeza, pero son mucho menos conocidos, el primo hermano de la reina, el príncipe Ricardo, y su esposa, Birgitte.
En su primer discurso a la nación, emitido el viernes, Carlos otorgó formalmente su propio título, el de Príncipe de Gales, a Guillermo. Kate es ahora la Princesa de Gales, y es la primera persona desde la difunta madre de Guillermo, la Princesa Diana, en ostentar el título.
Guillermo y Kate también heredan los otros títulos honoríficos de Carlos y Camilla, el de Duque y Duquesa de Cornualles. Eso significa gestionar y obtener ingresos de una finca que comprende tierras en todo el Reino Unido y que, según se dice, tiene un valor de mil millones de libras.
“Con Catalina a su lado, nuestros nuevos Príncipes de Gales seguirán, lo sé, inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales, ayudando a llevar lo marginal al centro del terreno donde se puede prestar una ayuda vital”, dijo Carlos el viernes.
En su discurso, Carlos dijo que sabe que no podrá dedicar tanto tiempo y energía a las causas que más le preocupan, como el medio ambiente y el cambio climático.
Es probable que Guillermo dedique ahora más tiempo a defender esos temas. Ya ha dejado su huella al fundar el Premio Earthshot, un ambicioso “proyecto de legado” que se espera que reparta millones de libras en subvenciones para iniciativas medioambientales durante los próximos 10 años.
Carlos también habló de Harry en su discurso a la nación, expresando su “amor por Harry y Meghan mientras siguen construyendo sus vidas en el extranjero.”
Harry y Meghan, la duquesa de Sussex, se alejaron del Reino Unido para buscar la independencia financiera y liberarse del severo escrutinio de los medios británicos en sus vidas.
La pareja está ahora instalada en California con sus dos hijos pequeños. Tanto Harry como Meghan han repetido su descontento con la realeza desde su marcha.
Durante su aparición el sábado con Guillermo y Kate, ambas parejas aceptaron flores y condolencias de la gente que se apretaba contra las barreras de la carretera frente a las puertas del castillo de Windsor. Estrecharon la mano de muchos y se detuvieron a hablar con adultos yniños.
En su primera declaración desde la muerte de la reina, Guillermo habló de su dolor y de cómo él y su esposa se han beneficiado de su sabiduría, orientación y apoyo.
“Pasará algún tiempo antes de que la realidad de la vida sin Grannie se sienta realmente”, escribió el sábado. “Honraré su memoria apoyando a mi padre, El Rey, en todo lo que pueda”.
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