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Un reportero de la CNN que examinaba una columna de vehículos rusos destruidos en una carretera de Ucrania se encontró en una situación precaria cuando se dio cuenta de que había una granada viva en el suelo a su lado.
Las imágenes captan al corresponsal internacional de la CNN Matthew Chance, vestido con un chaleco de combate y un casco, deambulando entre los restos metálicos destrozados de los vehículos rusos que habían sido destruidos por las fuerzas ucranianas.
En un momento dado, se da cuenta de que una granada está situada justo al lado de donde él se encuentra, lo que le lleva a dar un paso atrás.
“Oh, en realidad… estaba agachado justo al lado de una granada. No vi eso. Alejémonos de eso”, dice en la grabación.
Mientras el Sr. Chance camina entre los restos, señala un APC ruso que había sido destruido, con sus neumáticos completamente fundidos, quedando sólo las llantas intactas.
Más allá del APC se encontraban los restos de un camión, cuya plataforma ha sido completamente destruida.
Continúa por la carretera, encontrando casquillos de munición y granadas de piña sin explotar tiradas por el asfalto.
El único objeto que encuentra que parece haber escapado a la aniquilación es, curiosamente, un oso de peluche. No está claro si fue traído con los soldados rusos o fue dejado en el lugar tras el ataque.
No está claro, según los informes actuales, qué fue lo que destruyó la columna, pero el ejército ucraniano dispone de drones capaces de lanzar misiles, así como de armas antitanque estadounidenses.
El lunes, funcionarios de Rusia y Ucrania se reunieron cerca de la frontera de la nación con Bielorrusia para celebrar la primera ronda de conversaciones que, se espera, desemboque en el fin de las hostilidades.
Estas conversaciones se produjeron mientras Rusia seguía atacando a Ucrania, al parecer matando a docenas de personas con cohetes lanzados contra la ciudad de Kharkiv. Rusia ha seguido presionando en el país en múltiples frentes, pero se ha enfrentado a una fuerte resistencia ucraniana.
Fuera del país, la UE y Estados Unidos han seguido imponiendo sanciones a Rusia. Tras una primera ronda de sanciones selectivas, Estados Unidos pasó a promulgar sanciones más amplias el lunes, dirigidas al Banco Central de Rusia.
Esta medida impide a los estadounidenses hacer cualquier tipo de negocio con el banco y congela los activos del banco dentro de Estados Unidos.
Las sanciones han provocado un desmoronamiento del rublo ruso, que ha hecho caer su valor alrededor de un 25% hasta un mínimo histórico en comparación con el dólar estadounidense. La bolsa de Moscú cerró el lunes como consecuencia de ello, y el banco central del país duplicó con creces los tipos de interés hasta el 20 por ciento.
La solidaridad de las naciones occidentales contra Rusia hizo que el presidente ruso Vladimir Putin pusiera sus fuerzas nucleares en “disposición especial de combate”, lo que provocó una gran preocupación en todo el mundo.
Joe Biden ha mantenido que Estados Unidos no enviará tropas a Ucrania ni participará en ningún conflicto directo con Rusia.
El embajador de EE.UU. ante las Naciones Unidas aseguró a Putin que Rusia no está bajo “ninguna amenaza” y dijo que su movimiento era “otro paso escalatorio e innecesario que nos amenaza a todos”.
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