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Los investigadores han desarrollado un tejido recubierto de perovskita, un material milagroso capaz de captar la electricidad de los movimientos del cuerpo.
El tejido es capaz de convertir las vibraciones y fricciones “producidas por los más pequeños movimientos corporales de la vida cotidiana” en electricidad suficiente para alimentar dispositivos electrónicos, según el equipo de investigación de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU), en Singapur.
Uno de los mayores logros de esta tecnología, descrita en un estudio publicado en el último número de la revista científica Advanced Materials , es que el tejido generador de electricidad es lo bastante duradero como para utilizarse en la ropa de diario.
“Ha habido muchos intentos de desarrollar tejidos o prendas que puedan cosechar energía del movimiento, pero un gran reto ha sido desarrollar algo que no degrade su función después de ser lavado y que, al mismo tiempo, conserve una excelente producción eléctrica,” dijo el profesor Lee Pooi See, científico de materiales de la NTU que dirigió la investigación.
“En nuestro estudio, demostramos que nuestro prototipo sigue funcionando bien después de lavarlo y arrugarlo. Creemos que podría tejerse en camisetas o integrarse en las suelas de los zapatos para recoger la energía de los movimientos más pequeños del cuerpo y suministrar electricidad a los dispositivos móviles”
Un prototipo del tejido fue capaz de producir 2,34 vatios de electricidad por metro cuadrado – suficiente para alimentar pequeños dispositivos electrónicos – a través de dos métodos: mediante presión o estrujamiento, y cuando entra en fricción con otros materiales como la piel.
Lo consigue combinando un polímero que produce carga eléctrica con una perovskita sin plomo, un material prometedor que ha sido aclamado por su potencial revolucionario en todos los campos, desde la producción de energía renovable hasta las comunicaciones de altísima velocidad.
“La incrustación de perovskitas en the polymer aumenta la producción eléctrica del prototipo” afirmó Jiang Feng, estudiante de doctorado de la NTU que formaba parte del equipo de investigación.
“Optamos por perovskitas sin plomo como opción más respetuosa con el medio ambiente. Aunque las perovskitas son frágiles por naturaleza, su integración en el polímero les confiere una durabilidad mecánica y una flexibilidad excepcionales. El polímero también actúa como una capa adicional de protección de las perovskitas, aumentando sus propiedades mecánicas y su estabilidad.
Según el profesor Lee, es la primera vez que se diseña un dispositivo energético basado en perovskitas para conseguir tal capacidad de producción de energía sin degradación, y abre nuevas vías para la producción de energía.
El equipo planea ahora explorar cómo podría utilizarse el tejido para aprovechar la energía de otras fuentes, como el viento o las gotas de lluvia que caen sobre él.
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