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Las imágenes de vigilancia captaron el impactante momento en que una manada de ciervos se estrelló contra un bar de Wisconsin, incluyendo uno que atravesó su ventana.
El bar, Dublin’s Irish Pub en Oshkosh, Wisconsin, publicó fotos de los daños en Facebook.
“Así que… a primera hora de la tarde tuvimos un invitado inesperado que decidió utilizar nuestra ventana como entrada”, dijo el pub el pasado lunes. “Seguimos abiertos al público”.
Un vídeo publicado al día siguiente muestra cómo los ciervos se colaron en la fiesta. Unos siete de estos mamíferos que viven en el bosque corren hacia el edificio casi como si no estuviera allí, chocando contra una barrera de piedra junto a la calle y luego contra la pared de ladrillo del propio bar. Uno de los ciervos salta directamente contra una ventana de cristal, haciéndola añicos.
La manada cambia entonces de rumbo, huyendo en otra dirección.
Las fotos publicadas por Dublin muestran la destrucción resultante. La ventana está completamente destruida, y enormes cantidades de cristales rotos ensucian el suelo del bar.
“Pobre ciervo. Pobre ventana”, comentó un usuario de Facebook. “Bravo por el videógrafo”.
“La vida humana invadió su propiedad, eso es lo que pasó”, escribió otro con filosofía.
“¡Oh, ciervos!” añadió el de Dublín.
El bar también publicó un breve vídeo de uno de los ciervos -muy probablemente el que saltó por la ventana- levantándose y saliendo cojeando por la puerta.
Los expertos dicen que los ciervos se meten en los edificios por varias razones.
“Puede ocurrir porque un ciervo se asusta, ve una abertura pero no ve el cristal, y se estrella contra el cristal”, dijo Chad Dacus, instructor de gestión de la fauna salvaje, a WLBT. “También puede ocurrir si ven un reflejo en ese cristal, y creen que es otro ciervo, y quieren luchar con ellos”.
Los incidentes de choque suelen ocurrir durante la época de celo, en otoño, cuando los animales se vuelven más activos. En un extraño incidente ocurrido el pasado mes de noviembre, un ciervo entró en un hospital de Luisiana y subió por las escaleras mecánicas hasta el segundo piso, aterrorizando a los pacientes y a los miembros del personal.
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