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Las autoridades francesas van a dar vitaminas a una beluga famélica varada en el río Sena, cerca de París, después de que rechazara la comida.
El cetáceo fue visto por primera vez navegando por el Sena el martes, a millas de distancia de las aguas más frías del Ártico a las que está acostumbrado, y ahora ha nadado 44 millas al norte de París.
Al rechazar cualquier alimento que se le haya dado, los expertos en medio ambiente se preocupan por estar en una “carrera contra el reloj” para salvar a la beluga.
Lamya Essemlali, presidenta del grupo de conservación marina Sea Shepherd Francia, dijo: “Está realmente muy delgada. Sus huesos sobresalen. No sé si ya es demasiado tarde”.
Los rescatadores han intentado alimentar a la beluga con arenque congelado y trucha viva, pero no ha aceptado ninguno de los dos.
“Está bastante demacrada y parece tener problemas para comer”, dijo en una rueda de prensa Isabelle Dorliat-Pouzet, una alta funcionaria de la policía del departamento de Eure, en Normandía, que está supervisando la operación de rescate.
Dijo que esperan que la inyección de vitaminas a la beluga ayude a estimular su apetito.
La Sra. Dorliat-Pouzet añadió que habían aparecido pequeñas manchas en el blanco de la ballena, pero no está claro si esto es resultado del agua dulce o signos de problemas de salud.
Las autoridades todavía están decidiendo la mejor manera de actuar en relación con el regreso de la beluga al mar.
No están seguros de si esperar a que el animal recupere su apetito en el canal antes de guiarlo de vuelta a un territorio más familiar.
El viernes, Gerard Mauger, de la sociedad de conversación marina GECC, dijo que, a pesar de ser un mamífero notablemente sociable, “se está comportando igual que ayer, parece muy asustadizo. Sube a la superficie sólo brevemente, seguido de largas inmersiones”.
Basándose en las grabaciones del sonar, también estaba emitiendo muy pocos de los chirridos y chasquidos por los que son conocidas las ballenas, lo que aumenta la preocupación por la salud del animal.
Los rescatadores han estado vigilando a la beluga con dos drones después de que fuera vista en el río en Saint-Pierre-la-Garenne.
Las belugas viven normalmente en los océanos árticos y subárticos, aunque a veces se adentran en aguas más meridionales y en los estuarios de los ríos y pueden sobrevivir temporalmente en agua dulce.
Se desconoce la razón por la que el animal se ha alejado tanto de su hábitat natural de aguas árticas más frías, pasando por el puerto de Rouen y subiendo decenas de millas por una vía fluvial muy transitada hacia la capital francesa.
Se insta a los ciudadanos a mantenerse alejados del animal.
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