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Una multitud enfurecida abucheó y lanzó objetos al coche que transportaba al embajador ruso en Irlanda tras la invasión de Ucrania.
Los manifestantes se abalanzaron sobre el vehículo el viernes, mientras que otros sostenían y se cubrían con banderas ucranianas en las inmediaciones.
El coche se detuvo al interponerse los manifestantes, antes de entrar en la embajada en Dublín.
La multitud se había reunido para protestar contra la invasión de Ucrania, lanzada por mar, tierra y aire en la madrugada del jueves.
Los tanques rusos entraron en Kiev en el segundo día del ataque, y la capital también sufrió explosiones y disparos. Los combates continuaron en otros lugares, incluyendo los alrededores de las ciudades orientales de Chernihiv y Melitopo.
El presidente de Ucrania dijo el jueves por la noche que más de 100 personas habían muerto en el conflicto antes del final del primer día y cientos más resultaron heridas.
Una multitud protestó frente a la embajada rusa en Dublín el viernes, con pancartas que decían “no a la guerra” y “quiero ver a la familia viva”.
Cuando el embajador entró en la residencia, un hombre se puso delante del primer coche para sostener una pancarta. Otra persona colocó la bandera ucraniana sobre el parabrisas.
A continuación, se agolparon más personas alrededor del coche, mientras otros coreaban “boo” y “go home” de fondo.
A los manifestantes frente a la embajada, muchos de ellos ucranianos, se unieron otras nacionalidades, incluidos los rusos.
Se han producido protestas en todo el mundo contra la invasión rusa de Ucrania, incluso en Londres y en la propia Rusia.
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