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La cara de Nguyen Thi Chi Em se enrojece de risa mientras juega con siete perros rescatados, revolcándose con ellos en el suelo de la sala de estar mientras su radiante marido la observa.
La pareja vietnamita acogió a los perros después de enterarse en octubre de que las autoridades habían sacrificado su anterior manada de 15 perros mientras estaban en cuarentena recuperándose de Covid-19.
La historia cautivó los corazones de los vietnamitas, muchos de los cuales expresaron su indignación en línea contra las autoridades, y recaudaron donaciones para la pareja.
Según informan los medios de comunicación locales, las autoridades dijeron que sacrificaron a los animales por temor a que los caninos transmitieran el coronavirus de sus dueños a otras personas.
La pareja afirma que gasta la mayor parte de sus ingresos en pagar a los mataderos y restaurantes para que dejen de sacrificar a los perros, y en comprar comida y medicinas para sus mascotas.
El consumo de carne de perro es legal en Vietnam, pero algunos han pedido que se prohíba esta práctica.
Entre cocinar la comida de los perros, entrenarlos y acicalarlos, vestirlos con camisetas y faldas y llevarlos en moto al mercado, la pareja dice que los perros han enriquecido sus vidas.
“Son nuestra alegría y nuestro consuelo. Antes estábamos solos mi mujer y yo”, dice el marido, Pham Minh Hung, de 50 años, que trabaja en la construcción.
Hablar de sus mascotas fallecidas hace que Em se eche a llorar rápidamente.
“Estaba triste y lloraba mucho por echar de menos a los otros perros, así que mi marido me consoló y me dijo que criaríamos a otros cachorros”, dice, acunando a un cachorro de orejas caídas de color canela.
La pareja planea adoptar ocho cachorros más y Em dice que haría cualquier cosa para protegerlos.
“Nos esconderíamos en la selva si eso los salvara”, añade. “No dejaré que los maten de nuevo porque no puedo pasar por semejante angustia una segunda vez”.
Reuters
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