Una profesora de arte de la ciudad china de Guangzhou ha recibido 5.000 libras esterlinas en una batalla legal por su despido improcedente después de que su gato mascota saltara delante de la cámara durante una clase online.
La profesora, identificada únicamente como Luo, estaba impartiendo una clase en línea en junio del año pasado, cuando su gato mascota saltó a la vista de la cámara cinco veces.
El empleador de Luo, una empresa de tecnología educativa que impartía las clases virtuales, la despidió tras citar las repentinas apariciones del gato, que, según dijo, perjudicaban “la imagen de un profesor”.
La empresa también citó casos anteriores de retraso y acusó a Luo de participar en actividades “no docentes” durante las clases.
La profesora recurrió la decisión en un arbitraje, pero la empresa se negó a indemnizarla y recurrió la decisión del comité ante un tribunal.
La empresa argumentó ante el tribunal que la aparición del gato supuestamente violaba una cláusula del manual de los profesores, que prohíbe actividades no docentes como navegar por Internet, chatear y comer, entre otras cosas, durante la clase.
Al cuestionar la norma, el profesor respondió diciendo que la aparición del gato no interfería con la clase.
El juez presidente Liao Yajing del Tribunal Popular de Guangzhou Tianhe dictaminó que los empresarios no deben ser “demasiado exigentes” si su personal debe trabajar desde casa durante la pandemia de Covid.
“Las normas del empleador no sólo deben cumplir las leyes, sino que también deben ser justas y razonables”, dijo el juez, citado por la Red Central de Radio.
“El entorno del hogar no es el mismo que el de la oficina”, dijo.
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