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Ta víctima de violación de un hombre que mató a seis personas antes de volverse contra sí mismo ha afirmado que rogó a los organismos estatales que detuvieran su liberación anticipada por buena conducta.
Las autoridades del condado de Okmulgee, Oklahoma, confirmaron que la escena del crimen en una propiedad de Henryetta donde se encontraron siete cadáveres el lunes fue un asesinato-suicidio.
Jesse McFadden, un delincuente sexual convicto de 39 años que iba a ser juzgado el mismo día del macabro descubrimiento, disparó mortalmente a su esposa Holly Guess, de 35 años, y a sus hijos Rylee Elizabeth Allen, de 17 años, Michael James Mayo, de 15 años, y Tiffany Dore Guess, de 13 años. McFadden también mató a Ivy Webster, de 14 años, y a Brittany Brewer, de 15, ambas amigas de los hijos de Guess, antes de “parecer escenificar” la escena y suicidarse.
Ahora, una mujer que fue violada por McFadden en 2003 -y cuyo ataque le envió a prisión durante 16 años- ha presentado alegaciones en las que suplicaba a los organismos estatales y del condado que denegaran su puesta en libertad anticipada en 2020. McFadden fue puesto en libertad tres años antes de lo previsto, en parte por buena conducta, a pesar de que en 2016 se le imputaron nuevos cargos tras ser sorprendido utilizando un teléfono móvil de contrabando para intercambiar fotos de desnudos con una menor.
La Sra. Strong añadió: “Me dijeron: ‘Oh, ya te llamaré’. Les dije: ‘Miren, les he llamado varias veces a lo largo de los años para ponerme al día y he visto que siguen dejándole salir incluso después de haber encontrado pornografía infantil de contrabando en su teléfono. Si esto no demuestra que alguien no está rehabilitado, entonces no sé qué más lo haría'”.
La Sra. Strong dijo que fue atacada violentamente por McFadden a punta de cuchillo cuando ella sólo tenía 16 años, y él 19. La familia de Guess dijo NewsNation el miércoles que McFadden habría pagado a una mujer para que se hiciera pasar por la señora Strong y le dijera a Guess que “todo había sido un malentendido” y que ella tenía 19 años cuando se produjo la violación.
“Pagó a gente para que le mintiera. Literalmente encontró a alguien, quien fuera, y le pagó para que fuera a ver a Holly y le dijera que yo me había inventado toda la historia”, dijo la Sra. Strong. “Y no creo que el cuchillo que me clavó en la garganta saliera a relucir tampoco”.
La Sra. Strong también alegó que se le ocultó en gran medida el paradero de McFadden, ya que fue trasladado a diferentes prisiones a lo largo de los años.
“Mi corazón está con las familias, no puedo ni siquiera empezar a imaginar, es tan triste”, la Sra Strong. “[They failed,] todo el sistema, la policía, estoy cabreada. Lo más duro es el hecho de que estos bebés perdieron la vida y no tuvieron la oportunidad de vivir.”
El viernes está prevista una vigilia por las víctimas, según los familiares.
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