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Las autoridades federales dijeron el lunes que no acusarán penalmente a Jason Van Dyke, el ex policía de Chicago condenado por asesinato en la muerte a tiros del adolescente negro Laquan McDonald en 2014.
La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Chicago dijo en un comunicado de prensa que la decisión fue tomada después de consultar con la familia McDonald y que la “familia estaba de acuerdo en no perseguir una segunda acusación.”
Según el comunicado, procesar a Van Dyke por cargos federales habría sido mucho más difícil que procesarlo en un tribunal estatal porque la carga de la prueba es mucho mayor.
Los fiscales federales “tendrían que demostrar no sólo que el Sr. Van Dyke actuó con la intención deliberada y específica de hacer algo que la ley prohíbe, sino también que sus acciones no fueron el resultado de un error, miedo, negligencia o mal juicio”, explicó la oficina en el comunicado. “Requiere que los fiscales federales demuestren más allá de una duda razonable lo que el señor Van Dyke estaba pensando cuando usó la fuerza mortal, y que sabía que dicha fuerza era excesiva”. “
Van Dyke, que fue capturado en video disparando al adolescente 16 veces, fue declarado culpable en Chicago en 2018 de asesinato en segundo grado y agresión agravada y condenado a 81 meses en la prisión estatal. El ex agente cumplió menos de la mitad de esa sentencia antes de salir de la cárcel en febrero.
Su liberación provocó llamados de líderes de derechos civiles, activistas comunitarios y otros que estaban enojados por lo que consideraban una sentencia indulgente, para que los fiscales federales acusaran a Van Dyke de nuevo.
Ninguno de los familiares de McDonald estuvo inmediatamente disponible para comentar el lunes, pero poco después de que se conociera la noticia de que Van Dyke iba a ser liberado en febrero, algunos de ellos habían exigido una investigación federal y la presentación de cargos federales.
Pero el tío abuelo de McDonald, el reverendo Marvin Hunter, dijo que aunque pensaba que Van Dyke debería haber recibido una sentencia mucho más larga, no quería ver a Van Dyke acusado en un tribunal federal.
“Si se sienta este precedente de volver a condenar a la gente porque se piensa que no tuvo suficiente tiempo, entonces cientos de miles de hombres negros sólo en Illinois podrían verse perjudicados”, dijo Hunter en ese momento. “Utilizarán este caso como una forma de mantenerlos encarcelados. Es una puerta trasera para perpetuar la esclavitud. Deberíamos tener mucho cuidado con este tipo de precedentes”.
La declaración de la Fiscalía de EE.UU. del lunes sugirió que otro enjuiciamiento no satisfaría a los críticos y que incluso si Van Dyke fuera condenado de nuevo, un juez federal tendría en cuenta factores como el tiempo que ya ha cumplido en la cárcel y su buena conducta tras las rejas que le llevó a la libertad anticipada.
“Teniendo en cuenta estos factores, hay una perspectiva significativa de que un segundo enjuiciamiento disminuya los importantes resultados ya alcanzados”, se lee.
La oficina de John R. Lausch, Jr., fiscal del distrito norte de Illinois, también señaló que no sólo Van Dyke no volverá a ser policía, sino que su detención y condena -fue el primer policía de Chicago en medio siglo en ser condenado por un tiroteo en acto de servicio- dio lugar a una serie de reformas.
Hoy en día, por ejemplo, los vídeos de los disparos de la policía deben publicarse en un plazo de 60 días; Chicago luchó durante meses para evitar la publicación del vídeo policial que mostraba el asesinato de McDonald antes de que un juez ordenara a la ciudad que lo hiciera público.
Además, aunque el nombre de Van Dyke no se hizo público hasta que se le acusó de la muerte de McDonald, más de un año después del tiroteo, en la actualidad la ciudad hace públicos los nombres de los agentes implicados en los tiroteos con rapidez, a veces en cuestión de semanas.
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Para más cobertura de la AP sobre el caso de Laquan McDonald: https://apnews.com/hub/laquan-mcdonald
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