Cuatro personas fueron detenidas durante el fin de semana por haber conspirado presuntamente para secuestrar al ministro de Justicia belga, Vincent Van Quickenborne.
Tres sospechosos de 20, 29 y 48 años fueron detenidos en Holanda el viernes por la noche, mientras que el cuarto sospechoso, un ciudadano holandés de 21 años, fue recogido en La Haya el sábado por la tarde.
Las detenciones, realizadas a petición del gobierno belga, se produjeron después de que se encontrara un coche con matrícula holandesa que contenía rifles Kalashnikov y otras armas de fuego cerca de la casa del ministro en Kortrijk, en el oeste de Flandes.
El Sr. Van Quickenborne ha sido sometido a una estricta vigilancia de seguridad, según informaron los fiscales federales el sábado, citando una “grave amenaza”.
Los fiscales dijeron que fueron “informados la semana pasada de una posible amenaza” a la seguridad del ministro, que han tomado muy “en serio”.
El ministro culpó a la “mafia de la droga” en un mensaje de vídeo difundido por la cadena estatal RTBF después de que un fiscal federal le advirtiera de un posible plan de secuestro.
En una publicación de Facebook el sábado, el Sr. Van Quickenborne anunció que se pondrá bajo “estricta seguridad por el momento” y que no podrá participar en las actividades previstas durante los próximos días.
Escribió: “Permítanme ser claro: las personas que están detrás de esto están logrando lo contrario de lo que pretenden. Esto me refuerza en la creencia de que tenemos que seguir luchando”.
“Los delincuentes se sienten atrapados. Ese sentimiento es correcto. Porque seguiremos luchando contra el crimen organizado, con más personal y recursos que antes.”
“En nuestro Estado de Derecho democrático, nunca nos plegaremos a la violencia. Jamás”.
En los últimos dos años, la policía belga ha tomado medidas contra los narcotraficantes y ha realizado varias decenas de detenciones en operaciones de una envergadura sin precedentes.
Con miles de contenedores que llegan a Amberes cada día, la ciudad portuaria es uno de los puntos de entrada de la cocaína en Europa, lo que convierte a Bélgica en uno de los principales centros de tráfico. En 2020 se incautaron en Europa más de 214 toneladas de cocaína, lo que supone un aumento del 6% respecto al año anterior.
Las autoridades belgas han solicitado a su homólogo holandés la extradición de los cuatro sospechosos.
El ministro de Justicia holandés, Dilan Yesilgöz-Zegerius, dijo en un tuit: “Estamos codo con codo por la seguridad de nuestros países. Nunca nos doblegaremos”.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo que los tratos al Sr. Van Quickenborne eran “totalmente inaceptables”.
“Pero debe quedar claro: no nos dejaremos intimidar por nadie. El trabajo continúa”, añadió.
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