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La Organización Mundial de la Salud está investigando dos nuevas subvariantes de Omicron para evaluar si son más infecciosas o peligrosas que su predecesora.
Tanto la BA.4 como la BA.5 han sido añadidas a la lista de vigilancia del organismo. La primera ya se ha detectado en Escocia e Inglaterra, y ambos países han notificado un caso cada uno, según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA)
En un informe sobre las variantes publicado por la UKHSA la semana pasada, las autoridades sanitarias dijeron que había “mutaciones potencialmente significativas desde el punto de vista biológico” en las dos variantes.
A nivel mundial, sólo se han notificado unas pocas docenas de casos de BA.4 y BA.5 a la base de datos mundial de variantes denominada GISAID, según la OMS.
La OMS dijo que había comenzado a rastrear las dos subvariantes debido a sus “mutaciones adicionales que necesitan ser estudiadas más a fondo para entender su impacto en el potencial de escape inmunológico”.
Sudáfrica y Botsuana han notificado casos de BA.4 y BA.5, mientras que Dinamarca también ha detectado la primera.
Aunque el número total de “genomas BA.4″ notificados es pequeño, la aparente propagación geográfica sugiere que la variante se está transmitiendo con éxito”, dijo la UKHSA la semana pasada.
Los virus mutan todo el tiempo, pero sólo algunas mutaciones afectan a su capacidad de propagación o de evadir la inmunidad previa de la vacunación o la infección, o a la gravedad de la enfermedad que causan.
Por ejemplo, el BA.2 representa ahora casi el 94% de todos los casos secuenciados y es más transmisible que sus hermanos, pero las pruebas hasta ahora sugieren que no es más probable que cause una enfermedad grave.
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