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El viaje no autorizado de Lionel Messi a Arabia Saudí que provocó su suspensión por el París Saint Germain incluía actividades como alimentar gacelas y visitar un complejo comercial de lujo, según un comunicado de la autoridad turística del estado de Oriente Medio.
El campeón del mundo con Argentina ha sido suspendido durante dos semanas por el PSG y se le ha descontado el salario durante el mismo periodo después de partir hacia Arabia Saudí tras el partido del domingo contra el Lorient sin el consentimiento del club, según entiende la agencia de noticias PA.
Un comunicado emitido en nombre de la Autoridad Saudí de Turismo el miércoles dijo que Messi y su familia habían “disfrutado de una experiencia gastronómica” en la Terraza Al Bujairi.
En él se decía que Messi había visitado el complejo comercial de lujo VIA Riyadh y también el sitio de Diriyah, de 300 años de antigüedad y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Antes de dirigirse a Diriyah, la familia había estado en una granja donde dieron de comer a gacelas árabes, según el comunicado.
Amnistía Internacional declaró a principios de este año que el papel de Messi como embajador de Arabia Saudí formaba parte del “agresivo programa de lavado de imagen deportivo” del país, con el que las autoridades saudíes “intentan explotar el atractivo del deporte de élite para desviar la atención del terrible historial de derechos humanos del país”.
El viaje no autorizado ha vuelto a poner en el punto de mira el futuro de Messi y su compromiso con el PSG. El jugador, de 35 años, ya se ha enfrentado a los abucheos de los aficionados en los últimos partidos, a pesar de sus 24 goles con el club de la capital francesa esta temporada.
La superestrella no parece encajar con los intentos del presidente Nasser Al Khelaifi de alejarse de la cultura del “bling bling” y centrarse en cambio en una estrategia de reclutamiento y desarrollo de los mejores talentos franceses.
La renovación del contrato de Kylian Mbappe hace un año es vista por la jerarquía del PSG como parte de esa estrategia, pero para Messi parece que la escritura está en la pared en París, con su contrato hasta el verano.
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