Un adolescente rohingya murió y seis personas resultaron heridas tras la explosión de un proyectil de mortero disparado por Myanmar en el territorio de Bangladesh, lo que supone la última muerte en una oleada de violencia.
El joven, que se cree que tiene 18 años, murió después de que una granada de mortero disparada por Myanmar cayera en una zona fronteriza cerca de Tumbru conocida como la unión de Ghumdhum, que es en realidad una franja de tierra de nadie entre los dos países, el viernes por la noche.
Dil Mohammed, un líder rohingya de la comunidad en la que se calcula que viven unos 4.000 miembros de la minoría étnica, confirmó la matanza y dijo que los rohingyas de la zona fronteriza viven bajo la amenaza constante de ser atacados por el ejército de Myanmar.
“Vivimos aquí con un miedo constante. En cualquier momento puede ocurrir cualquier catástrofe”, dijo el Sr. Mohammed a Reuters.
Las autoridades locales dijeron que los habitantes de la zona informaron de que se habían disparado cinco morteros en torno a las 20.30 hora local, y que tres de ellos habían explotado. Daily Star periódico informó.
El hombre muerto fue identificado como Iqbal Hossain Bari, mientras que otras personas resultaron heridas de gravedad.
Los refugiados rohingya en Bangladesh están atrapados en el fuego cruzado entre el ejército de Myanmar y las fuerzas del Ejército de Salvación Arakan Rohingya (Arsa), un grupo armado que lucha por la autodeterminación de las minorías étnicas en el estado de Rakhine.
Cientos de miles de refugiados que huyeron de Myanmar durante una represión militar en 2017 viven en campos superpoblados en el sur de Bangladesh que constituyen el mayor asentamiento de refugiados del mundo.
Un funcionario del gobierno de Bangladés y un oficial de la guardia fronteriza dijeron que se presentaría una fuerte protesta ante Myanmar por el incidente.
A primera hora del día, otro joven bangladesí resultó herido por la explosión de una mina terrestre en la zona fronteriza de Headmanpara, en Tumbru. El herido, identificado como Athwaing Tangchangya, de 22 años, perdió una extremidad en la explosión.
Se produce cuando Dhaka ya ha emitido una declaración en la que expresa su profunda preocupación por las granadas de mortero que caen dentro del territorio de Bangladesh, los disparos aéreos indiscriminados de Myanmar en las zonas fronterizas y las violaciones del espacio aéreo por parte de Myanmar.
El enviado de Myanmar a Dhaka ha sido convocado tres veces por el Ministerio de Asuntos Exteriores en las últimas semanas en medio de una serie de incidentes.
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