Bután ha decidido prohibir la importación de todos los vehículos, excepto los utilitarios, las máquinas pesadas de movimiento de tierras y la maquinaria agrícola, para salvar las menguantes reservas de divisas, muy afectadas por la pandemia y la actual guerra rusa en Ucrania.
La medida se produce en un momento en el que Sri Lanka, otro país del sur de Asia, sigue luchando contra una aplastante crisis económica.
En una notificación que entró en vigor el 18 de agosto, el Ministerio de Finanzas del gobierno de Bután dijo que se permitiría la importación de vehículos utilitarios que cuesten menos de 1,5 millones de ngultrums butaneses (18.750 dólares o 15.885 libras esterlinas) y que estarían exentos los destinados al uso y la promoción del turismo.
“La moratoria se aplica para garantizar unas reservas de divisas adecuadas para el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica”, se dijo.
Según los datos publicados por la Real Autoridad Monetaria de Bután el mes pasado, las reservas de divisas del país habían descendido a 970 millones de dólares a finales de diciembre, frente a los 1.460 millones de dólares de abril de 2021.
Las reservas de divisas del país se habían visto fuertemente afectadas por la pandemia, que ha supuesto una estricta política de “cero” cotonía que ha prohibido a los turistas extranjeros durante los dos últimos años.
El domingo, el ministro de finanzas Namgay Tshering declaró al periódico local Kuensel que el gobierno revisará la moratoria a la importación de vehículos después de seis meses.
Aunque la moratoria se impuso en vista de un drástico agotamiento de las reservas de divisas y un empeoramiento de la balanza de pagos -o la diferencia entre la entrada y la salida de dinero-, el ministro de Finanzas dijo que las reservas se revisarían mensualmente.
Añadió que la moratoria se suavizaría gradualmente en función de la mejora de la situación.
El Gobierno también ha preparado un plan de acción detallado y una lista de bienes cuyas importaciones se restringirían si la situación empeora.
Los importadores de Bután dijeron que la decisión del gobierno les afectará mucho si la moratoria se prolonga.
Kumar Subba, director general de Singkhar Private Ltd, que es el distribuidor exclusivo de motores Kia en el país, dijo a Business Bhutan que si la prohibición se prolonga, la empresa tendrá dificultades para mantenerse y podría tener que despedir a sus empleados.
“No estaríamos en condiciones de pagar el salario al personal, además de pagar los préstamos y el alquiler”, dijo Pema Lodey, director general de Bhutan Hyundai.
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