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En los últimos días se han notificado casi 300 casos de hepatitis grave entre los niños de 20 países de todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, mientras aumenta la preocupación por el misterioso aumento de las cifras.
Las cifras se han comunicado a partir del 1 de mayo, y el organismo sanitario internacional afirma que la mayoría de los casos de niños pequeños con hepatitis se han detectado en Europa. También se registraron pequeñas cifras en América, el Pacífico Occidental y el Sudeste Asiático.
El aumento de los casos de enfermedad hepática grave entre los niños sin motivo aparente se notificó hace semanas, primero en el Reino Unido con docenas de casos. Ahora se están investigando más de140 casos.
Los médicos de todo el mundo están desconcertados sobre el origen de la enfermedad, que se ha apoderado de niños sanos desde Asia hasta Estados Unidos, con al menos cuatro muertes en los últimos días, tres de ellas en Indonesia esta semana. Mientras que la hepatitis pediátrica leve es común, la hepatitis grave en niños sanos es rara.
“Todavía no está claro si ha habido un aumento de los casos de hepatitis o un aumento de la conciencia de los casos de hepatitis que se producen en la tasa esperada, pero no se detectan”, había dicho la OMS en un comunicado anterior.
Aunque se está investigando para determinar la causa, se ha detectado un virus del resfriado común llamado adenovirus en varios casos en el Reino Unido y se cree que es la razón del aumento tras la pandemia de Covid-19. En varios casos, los niños estaban afectados tanto por el adenovirus como por el virus Covid-19.
“Aunque el adenovirus es una posible hipótesis, se está investigando el agente causante”, dijo la OMS.
Esto se produjo después de que no se detectaran en ninguno de los niños los virus comunes de la hepatitis que normalmente causan la enfermedad (virus A, B, C, D y E).
Anteriormente, los CDC enviaron un alerta a nivel nacional, animando a los médicos a buscar síntomas de hepatitis pediátrica que pudieran estar relacionados con el virus del resfriado.
Los síntomas que afectan a los niños incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, antes de que sus hígados muestren signos de inflamación.
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