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Qatar ha desalojado a miles de trabajadores inmigrantes de los bloques de apartamentos del centro de Doha donde se alojarán los aficionados al fútbol durante la Copa Mundial de la Fifa.
En un bloque de viviendas del distrito de Al Mansoura, en Doha, unos 1.200 trabajadores extranjeros fueron avisados con sólo dos horas de antelación para que desalojaran los apartamentos, según dijeron los trabajadores a Reuters.
Los funcionarios municipales volvieron por la noche, hacia las 22.30 hora local, y obligaron a los trabajadores a salir, cerrando las puertas. Los que no pudieron regresar a tiempo no pudieron recoger sus pertenencias.
El suceso se produce en un momento en el que Qatar, que acoge el torneo mundial de fútbol que comienza el 20 de noviembre, ha atraído la atención internacional por el trato que da a los trabajadores extranjeros y las restrictivas leyes sociales.
Los trabajadores dijeron que más de una docena de edificios han sido evacuados y cerrados por las autoridades, dejando a cientos de trabajadores asiáticos y africanos luchando por refugiarse.
Algunos recurrieron a acostarse en la acera fuera de uno de sus antiguos hogares, según Reuters.
Según la agencia de noticias AFP, unos 12 edificios fueron evacuados a última hora del miércoles.
Un funcionario del gobierno qatarí negó que los desalojos estuvieran relacionados con la Copa del Mundo y dijo que estaban diseñados “en línea con los planes integrales y a largo plazo en curso para reorganizar las áreas de Doha”.
“Todos han sido realojados desde entonces en alojamientos seguros y apropiados”, dijo el funcionario, añadiendo que las solicitudes de desalojo “se habrían llevado a cabo con la debida antelación”.
Los trabajadores inmigrantes procedentes de la India, Pakistán, Bangladesh, Nepal, Filipinas y naciones africanas, como Kenia y Uganda, constituyen el 85% de los 2,8 millones de habitantes de Qatar.
Muchos de los desalojados trabajan como chóferes, jornaleros y otros empleos contractuales con empresas que no se hacen cargo de su vivienda, a diferencia de algunas grandes empresas de construcción.
Mohammed, un conductor de Bangladesh que sólo dio un nombre, dijo que ha estado viviendo en un barrio durante 14 años hasta el miércoles, cuando le dieron 48 horas para abandonar la villa que compartía con otras 38 personas.
Acusó a las autoridades de expulsar a las personas que ayudaron a construir la infraestructura para que Qatar acogiera la Copa del Mundo.
“¿Quién hizo los estadios? ¿Quién hizo las carreteras? ¿Quién hizo todo? Bengalíes, pakistaníes. Gente como nosotros. Ahora nos obligan a salir fuera”.
La mayoría de las personas fueron desalojadas en los barrios que han sido alquilados por el gobierno para albergar a los aficionados a la Copa del Mundo. Según el listado del sitio web de los organizadores, se han anunciado pisos por entre 240 y 426 dólares por noche en barrios como Al Mansoura.
Los llamamientos al boicot de la Copa del Mundo han aumentado en las ciudades francesas en los últimos días, ya que los grupos de derechos humanos han planteado en repetidas ocasiones su preocupación por el maltrato de los trabajadores migrantes en Qatar, afirmando que muchos también han muerto allí desde 2010, cuando ganó el derecho a acoger el evento.
En un informe de 2021, Human Rights Watch afirmó que cientos de miles de migrantes se enfrentan a “deducciones salariales punitivas e ilegales”, y a “meses de salarios no pagados por largas horas de trabajo agotador”.
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