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Corea del Norte dijo el sábado que probó misiles balísticos lanzados desde un tren en lo que se consideró una aparente represalia contra las nuevas sanciones impuestas por la administración Biden.
El informe de los medios estatales del Norte se produjo un día después de que el ejército de Corea del Sur dijera que detectó que el Norte disparó dos misiles al mar en su tercer lanzamiento de armas este mes.
El lanzamiento se produjo horas después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Pyongyang emitiera un comunicado en el que reprendió a Estados Unidos por imponer nuevas sanciones sobre las pruebas anteriores del Norte y advirtió sobre una acción más fuerte y explícita si Washington mantiene su “postura de confrontación”.
En los últimos meses, Corea del Norte ha estado intensificando las pruebas de nuevos misiles diseñados para abrumar las defensas antimisiles en la región en medio de cierres de fronteras relacionados con la pandemia y una congelación de la diplomacia nuclear con Estados Unidos.
Algunos expertos dicen que el líder norcoreano, Kim Jong Un, está volviendo a una técnica comprobada de presionar a Estados Unidos y sus vecinos con lanzamientos de misiles y amenazas escandalosas antes de ofrecer negociaciones destinadas a obtener concesiones.
La Agencia Central de Noticias de Corea, oficial de Corea del Norte, dijo que el ejercicio del viernes tenía como objetivo verificar la postura de alerta del regimiento de misiles transportados por rieles de su ejército. Las tropas se trasladaron rápidamente al sitio de lanzamiento después de recibir la orden de prueba de misiles con poca antelación y dispararon dos misiles “guiados tácticos” que alcanzaron con precisión un objetivo en el mar, según el informe.
El periódico Rodong Sinmun de Corea del Norte publicó fotos de lo que parecían ser dos misiles diferentes volando por encima de vagones de tren envueltos en humo.
Cheong Seong-Chang, analista del Instituto privado Sejong en Corea del Sur, dijo que Corea del Norte probablemente organizó un lanzamiento que no había sido planeado previamente para demostrar su oposición a las sanciones de Estados Unidos.
Los misiles disparados desde vagones de tren parecían ser un arma de corto alcance de combustible sólido que el Norte aparentemente modeló a partir del sistema balístico móvil Iskander de Rusia. Probado por primera vez en 2019, el misil está diseñado para ser maniobrable y volar a bajas altitudes, lo que potencialmente mejora sus posibilidades de evadir y derrotar a los sistemas de misiles.
Corea del Norte lanzó por primera vez estos misiles desde un tren en septiembre del año pasado como parte de sus esfuerzos por diversificar sus opciones de lanzamiento, que ahora incluyen varios vehículos y eventualmente pueden incluir submarinos dependiendo del progreso del país en su búsqueda de tales capacidades.
Disparar un misil desde un tren podría agregar movilidad, pero algunos expertos dicen que las redes ferroviarias simples de Corea del Norte que atraviesan su territorio relativamente pequeño serían destruidas rápidamente por los enemigos durante una crisis.
La administración Biden impuso el miércoles sanciones a cinco norcoreanos por su papel en la obtención de equipos y tecnología para los programas de misiles del Norte en su respuesta a las pruebas anteriores del Norte este mes.
El anuncio del Departamento del Tesoro se produjo pocas horas después de que Corea del Norte dijera que Kim supervisó una prueba exitosa de un misil hipersónico el martes que, según él, aumentaría en gran medida la “disuasión de guerra” nuclear del país. La prueba del martes fue la segunda demostración de Corea del Norte de su supuesto misil hipersónico en una semana.
Horas antes del lanzamiento del viernes, la KCNA publicó una declaración atribuida a un portavoz no identificado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, quien insistió en que las nuevas sanciones subrayan la intención hostil de Estados Unidos de “aislar y sofocar” al Norte.
El vocero advirtió sobre una reacción más fuerte si Washington continúa con su “postura de confrontación”.
Las armas hipersónicas, que vuelan a velocidades superiores a Mach 5, o cinco veces la velocidad del sonido, podrían representar un desafío crucial para las defensas antimisiles debido a su velocidad y maniobrabilidad.
Tales armas estaban en una lista de deseos de activos militares sofisticados que Kim dio a conocer a principios del año pasado junto con misiles de múltiples ojivas, satélites espía, misiles de largo alcance de combustible sólido y misiles nucleares lanzados desde submarinos.
Aún así, los expertos dicen que Corea del Norte necesitaría años y pruebas más exitosas y de mayor alcance antes de adquirir un sistema hipersónico creíble.
Una campaña diplomática liderada por Estados Unidos para convencer a Corea del Norte de que abandonara su programa de armas nucleares fracasó en 2019 después de que la administración Trump rechazara las demandas del Norte de un importante alivio de las sanciones a cambio de una entrega parcial de sus capacidades nucleares.
Desde entonces, Kim se comprometió a expandir aún más un arsenal nuclear que claramente ve como su mayor garantía de supervivencia, a pesar de que la economía del país sufre grandes reveses en medio de los cierres de fronteras relacionados con la pandemia y las persistentes sanciones lideradas por Estados Unidos.
Su gobierno ha rechazado hasta ahora el llamado de la administración Biden para reanudar el diálogo sin condiciones previas, diciendo que Estados Unidos primero debe abandonar su “política hostil”, un término que Pyongyang usa principalmente para describir las sanciones y los ejercicios militares combinados de Estados Unidos y Corea del Sur.
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