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Un cuarto general ruso ha muerto en los combates en Ucrania, ha afirmado el presidente Volodymyr Zelensky.
El presidente ucraniano no nombró al general, pero el asesor del Ministerio del Interior, Anton Gerashchenko, dijo que se trataba del general de división Oleg Mityaev, que murió.
El general Dmitriev, comandante de la 150ª división rusa de fusiles motorizados, habría sido asesinado por la Guardia Nacional ucraniana durante un intento de asalto a Mariupol, según Gerashchenko.
Las pérdidas militares de Rusia parecen ir en aumento, y algunos expertos afirman que es probable que Ucrania tenga como objetivo a oficiales rusos de alto nivel.
Sin embargo, el número real de bajas entre las tropas es discutido, ya que Moscú dice que 498 de sus combatientes murieron en la primera semana de la guerra, mientras que Ucrania dice que fueron 6.000 en el mismo período.
El New York Times el jueves dijo que la estimación conservadora de la inteligencia estadounidense era de 7.000 muertes, más que las muertes militares estadounidenses en Irak y Afganistán combinadas.
Tres generales rusos habrían sido asesinados antes del general Dmitriev. Sólo el primero -el general de división Andrei Sukhovetsky- fue confirmado por Rusia.
Los oficiales ucranianos informaron de la muerte de los generales de división Vitaly Gerasimov y Andrei Kolesnikov en incidentes separados la semana pasada.
Rusia no ha confirmado la última muerte. Se dice que el general Mityaev dirigía la 150ª división de fusiles motorizados en un asalto a Mariupol.
La unidad, anteriormente desplegada en la región rusa de Rostov en la frontera con Ucrania en Donbas, es clave en la ofensiva rusa en el sureste de Ucrania, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.
La muerte del general Mityaev sería un duro golpe para la operación de la unidad en un momento en que las fuerzas rusas ya han estado luchando para avanzar en la ciudad estratégicamente importante de Mariupol.
Gerashschenko afirmó que las tropas ucranianas estaban causando “enormes daños” a las fuerzas rusas en Mariupol. La ciudad portuaria no tiene agua corriente ni electricidad y los alimentos escasean desesperadamente.
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