Desbaratando las estructuras centralizadas de la economía digital mediante la IA y la Blockchain

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Humayun Sheikh, director general y fundador de Fetch.ai

El acceso a las tecnologías de IA y blockchain se ha democratizado, pero los seres humanos siguen sin tener el control total de sus interacciones digitales. Esto está empezando a cambiar.

Las tecnologías como la IA y la cadena de bloques se están convirtiendo en algo habitual en múltiples sectores, como la sanidad, las finanzas, la agricultura o la construcción, entre otros. Como resultado, un número cada vez mayor de personas en todo el mundo -incluso en las economías que aún se encuentran en las primeras etapas de empoderamiento tecnológico- están, a sabiendas o no, empezando a entrar en contacto con ellas casi a diario.

Sin embargo, hasta hace poco, estas tecnologías habían sido el dominio de las grandes empresas del mundo tecnológico, farmacéutico o comercial, lo que significaba que, en general, el acceso a ellas para el ciudadano de a pie era mínimo o indirecto. La rápida democratización de la IA y el blockchain en los últimos cinco o diez años ha reducido en cierta medida la exclusividad que antes caracterizaba su uso.

Pero el proceso de democratización no ha sido total. Los consumidores siguen sin tener un control total sobre sus decisiones, mientras que los trabajadores de, por ejemplo, la economía de los trabajos por encargo, pierden un importante capital en manos de los llamados “intermediarios”: las empresas para las que trabajan, que se llevan una parte de las ganancias. En resumen, a pesar de todas las tendencias descentralizadoras, la economía digital sigue estando en gran medida centralizada, y aunque el acceso a los frutos de las nuevas tecnologías puede haber mejorado, todavía hay muchas barreras que impiden a las personas controlar plenamente el resultado de cualquier transacción.

Por ejemplo, el proceso de reserva de unas vacaciones hoy en día es una gran mejora con respecto al de hace 20 años. En aquel entonces, solía ser necesario acudir a una agencia de viajes, y el turista se encontraba con opciones elegidas por el agente por razones -en concreto, la comisión- que podían beneficiar más al agente que al cliente. Ahora, los veraneantes pueden navegar por una serie de sitios web de agregadores de vuelos u hoteles, introducir algunos datos y, en poco tiempo, reservar un viaje.

Sin embargo, el nivel de control es cuestionable, ya que hay que lidiar con las preferencias incorporadas del agregador. También hay que lidiar con los interminables resultados de las búsquedas, los formularios de pago y otros inconvenientes. En resumen, el proceso puede ser más fácil y puede dar la sensación de tener más poder, pero está repleto de tareas que llevan mucho tiempo y de tecnologías incorporadas que manipulan las propias preferencias de los usuarios y disminuyen su poder para tomar decisiones verdaderamente autónomas.

Otro ejemplo es el aparcamiento público. Un conductor se pasa el tiempo recorriendo aparcamientos en busca de una plaza vacía, para luego tener que ir a pagar a una máquina para asegurarse la plaza que ha encontrado. Esto lleva mucho tiempo y es estresante y, como nos muestra ahora una empresa, en última instancia es innecesario.

Fetch.ai, un laboratorio de IA fundado en Cambridge hace cuatro años, ha desarrollado y está poniendo en marcha lo que denomina agentes económicos autónomos, o “gemelos digitales”, que ocupan el lugar de estos intermediarios y agregadores. Utilizando conjuntos de datos seguros de la cadena de bloques, estos agentes operan efectivamente en nombre de sus propietarios, aprendiendo qué preferencias buscan en cualquier decisión o transacción y tomando esas decisiones en su nombre. Si se necesita una plaza de aparcamiento cerca de un supermercado, el agente de software del conductor -que es capaz de integrarse con una serie de plataformas digitales- buscará esa plaza, dirigirá al conductor hacia ella y realizará el pago, todo ello con una mínima intervención humana. Lo mismo ocurre con la reserva de vacaciones: sabrá lo que quiere el usuario y, a través de la interacción con los agentes de software que utiliza el proveedor de servicios, realizará la búsqueda y la reserva por el usuario.

La tecnología de Fetch.ai es aplicable a múltiples sectores: desde plataformas de comercio financiero y aplicaciones de transporte en coche hasta redes de energía inteligentes, entre otros. En cada caso, puede mejorar la eficiencia y optimizar los resultados proporcionando acceso a mejores datos tanto al consumidor como al proveedor. También permite una verdadera interacción económica entre iguales. La eliminación de terceras partes y su sustitución por un gemelo digital que actúa sólo en interés de los implicados significa que la interacción entre iguales es directa y no mediada y no está sujeta a manipulación, y que el beneficio económico es sólo para el consumidor y el proveedor.

Las cadenas de suministro son otra de las preocupaciones de Fetch.ai. Los problemas de transparencia y fiabilidad de los datos -en gran medida como consecuencia del tamaño, la complejidad y la opacidad de muchas cadenas de suministro- ralentizan el ritmo y la precisión dede decisiones por parte de los implicados en las cadenas de suministro. Sin embargo, si se introduce un agente de software, el trabajo se vuelve mucho más fácil. Por ejemplo, la asociación de Fetch.ai con LiquidChefs, una empresa de servicios de bebidas alimentarias a domicilio. LiquidChefs depende de una cadena de suministro eficiente y rápida que la conecte con proveedores locales de productos sostenibles. Averiguar quiénes son y abastecerse de ellos lleva mucho tiempo. Al digitalizar y automatizar la cadena de suministro de LiquidChef, Fetch.ai permite a sus agentes digitales hacer gran parte del trabajo pesado en nombre de la empresa: buscar a los proveedores, rastrear la sostenibilidad de los productos, hacer pedidos, etc.

Gracias a innovaciones como esta, las tecnologías avanzadas son ahora accesibles para el consumidor de a pie. La IA y el blockchain habían sido el dominio de las grandes empresas, pero con los tipos de servicios que está desarrollando Fetch.ai, esto ya no es así. No sólo estas tecnologías ya no son tan exclusivas, sino que están proporcionando beneficios claros y medibles a los humanos, desde el tiempo que tienen que dedicar a cualquier tarea hasta los costes que supone hacerlo y, por último, el grado de control que les devuelve. Fetch.ai está colocando tanto a las empresas como a los individuos en el centro de la economía digital descentralizada con sus innovadoras y potentes soluciones de blockchain con IA.

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Publicado originalmente en Business Reporter