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Un motín y una estampida en un partido de fútbol en Indonesia el sábado ha provocado la muerte de 174 personas y al menos 180 heridos.
El incidente, que se considera una de las peores catástrofes del mundo en un estadio, tuvo lugar el sábado por la noche en Malang, en la provincia de Java Oriental, después de que el Arema FC perdiera contra el Persebaya Surabaya.
La policía respondió a los disturbios disparando gases lacrimógenos sobre la multitud, provocando el pánico. La FIFA ha prohibido el uso de gases lacrimógenos en los estadios.
“Ya hemos realizado una acción preventiva antes de disparar finalmente los gases lacrimógenos, ya que (los hinchas) empezaron a atacar a la policía, actuando de forma anárquica y quemando vehículos”, dijo el jefe de la policía de Java Oriental, Nico Afinta, en una rueda de prensa a primera hora del domingo.
Inicialmente se informó de 130 muertos por el incidente, pero el vicegobernador de Java Oriental, Emil Dardak, confirmó el domingo a los medios de comunicación locales 174 víctimas, informó Reuters.
Dijo que más de 100 de los heridos están recibiendo tratamiento en ocho hospitales sin cargo. Unos 11 de ellos se encuentran en estado crítico.
Los disturbios se extendieron al exterior del estadio, informó Associated Press, que dijo que al menos cinco vehículos de la policía fueron incendiados. Las imágenes mostraban también dos coches dañados dentro del estadio.
Mientras cientos de personas se apresuraban a salir del estadio, algunas se asfixiaron y otras fueron pisoteadas.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha pedido que se investigue el incidente y ha ofrecido sus condolencias por los que han perdido la vida en el incidente.
En comentarios televisados el domingo, el presidente dijo: “Lamento profundamente esta tragedia y espero que sea la última tragedia futbolística en este país. Que no ocurra otra tragedia humana como ésta en el futuro”.
Las imágenes de vídeo de los canales de televisión locales mostraban a los aficionados entrando a raudales en el campo.
Las imágenes mostraban a los aficionados cargando a otros que habían perdido el conocimiento.
Según el director de uno de los hospitales cercanos que atendió a los heridos, algunas de las víctimas sufrieron lesiones cerebrales y entre los fallecidos hay un niño de cinco años, informó Metro TV.
Mahfud MD, ministro jefe de seguridad de Indonesia, dijo en un post de Instagram que el estadio se había llenado más allá de su capacidad.
Añadió que se habían emitido 42.000 entradas para un estadio que se supone que solo puede albergar a 38.000 personas.
El gobernador de Java Oriental, Khofifah Indar Parawansa, dijo a los periodistas que se daría ayuda financiera a los heridos y a las familias de las víctimas.
La comisión de derechos humanos de Indonesia ha dicho que se llevará a cabo una investigación sobre la seguridad en el terreno, incluyendo el uso de gases lacrimógenos.
Tras el incidente, la primera liga indonesia BRI Liga 1 ha suspendido los partidos durante una semana, según informó la Asociación de Fútbol de Indonesia.
Añadió que también se había iniciado una investigación.
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